sábado, 5 de septiembre de 2020

Andrés Gómez y Mena. El “Rey del azúcar”

Los Gómez-Mena fue una acaudalada familia de la sacarocracia cubana, dueña de numerosas propiedades entre mediados del siglo XIX y del XX, procedente de Cadaguas (Burgos), que logró levantar una formidable fortuna a expensas del negocio de la trata negrera (la esclavitud en Cuba se mantuvo hasta 1886), el contrabando y el comercio. La descendencia alcanzó grandes fortunas como comerciantes, hacendados y banqueros.


Andrés Gómez Mena, nacido en Cadagua (Burgos) el 5 de febrero de 1849, muerto a tiros en la Habana, el 11 de enero de 1917 (por el relojero catalán Fernando Reugart, quien argumentó que le había faltado el respeto a su esposa), fue hijo de Manuel Gómez-Marañón Díaz Sainz de Velasco Vicario y María Josefa de Mena y Zorrilla, casados en Cadagua en 1836. Andrés casó en la parroquia de Nuestra Sra. de la Asunción, de Guanabacoa (Ciudad de La Habana), el 23 de abril de 1877, con Eugenia Carlota Tomasa Vila y Pérez Neyla Portela (10/06/1860), hija de Jacinto Vila y Neyra, natural de Santiago de Compostela, jefe superior ad honorem de la administración civil de la Habana, comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, y de Paula Josefa María de la O Pérez y Portela. Al unirse en matrimonio Andrés con Eugenia, ambos acordaron que la descendencia de sus cuatro hijos: María Luisa, José, Andrés, y Alfonso, llevaran como primer apellido la combinación de los dos apellidos del padre: Gómez-Mena, y como segundo el primero de la madre: Vila; así surgió el apellido Gómez-Mena Vila.

La familia, de origen hidalgo, era natural del Valle de Mena, en la Montaña de Burgos. Las Merindades, conocida también de antiguo como Montaña de Burgos, ha sido desde época medieval cuna de la nobleza española. Esta extensa área geográfica, emplazada entre la Cordillera Cantábrica y los páramos calcáreos de las Loras, comprende toda la zona norte de la actual provincia burgalesa. Vease: LA FAMILIA GÓMEZ MARAÑÓN, HOY GÓMEZ-MENA, de Óscar de Ascoz y Planes y Berta Balbás Arranz, ARAMHG, XIX, 2016, 353-368.

Ingenio de azúcar en la isla de Cuba
 
Andrés Gómez Mena, marchó en busca de su futuro como indiano, siguiendo los pasos de su pariente Joaquín Gómez de Mena, que emigró a Cuba en la década de 1830. Cuando murió fue enterrado en La Habana tras haber dado nombre a una de las principales avenidas de la ciudad y levantado cuatro ingenios azucareros. Su hijo José continuó el imperio y en 1936 se convirtió en el Secretario de Agricultura de Cuba y presidente de la Asociación Nacional de Hacendados, el lobby más importante de la isla.

 Cuba se convierte en el siglo XIX en el país productor de azúcar más importante del mundo. Los pequeños ingenios, que funcionaban desde finales del siglo XVI, se transforman en industrias modernas, al utilizar la máquina de vapor que sustituye la fuerza animal. Una tecnología que luego pasará a la metrópoli, donde surgirán grandes fábricas en las costas de Málaga y Granada. 


Su hija María Luisa (1880- Madrid 1963) se casó en 1902 con Agapito de la Cagiga Aparicio Mazas de la Bárcenas, santanderino, primer Conde de Revilla Camargo (concedido por Alfonso XIII en 1927), industrial, financiero, propietario y residente en La Habana donde muere en 1952.

María Luisa Gómez-Mena Vila, condesa de Revilla Camargo.

Su hijo José Genaro Ramón era conocido como "Don Pepe". En su juventud fue banquero y en 1919 se asoció con otros banqueros como Solís y Cámara O´Reilly. Estuvo casado en dos ocasiones y fue padre de una hija. Dirigía la familia Gómez-Mena; controlando la llamada “Manzana de Gómez”; grandes extensiones de tierra; casas; y edificios de apartamentos. La heredera de la fortuna familiar fue su hija Lilian Gómez Mena que, en 1936, se casó con Alfonso Fanjul Estrada sobrino-nieto de Manuel Rionda creando así el más grande consorcio azucarero que nunca tuvo Cuba.

Manzana de Gómez con anuncios de tiendas de su interior

Manuel Rionda Polledo (1854-1953), hijo del hidalgo asturiano Bernardo de la Rionda, tenía 16 años cuando, en 1870, decidió coger aquel barco que una vez al mes salía del muelle de Gijón cargado de mercancías y nuevos emigrantes con destino a Cuba, en busca de su tío materno Joaquín Polledo, que en aquellos años ya era un comerciante de fortuna en La Habana y Matanzas, y muy activo en el mundo del comercio del azúcar. Afortunadamente para él sería el primero en estudiar durante cuatro años en el estado americano de Portland. Los conocimientos adquiridos resultarían pronto decisivos para el desarrollo de su actividad empresarial. La familia Polledo de Noreña, también hidalga, eran los jueces nobles de la localidad, y también se asientasn en Cuba.

Atrás dejaba su pequeño pueblo asturiano, Noreña.  Dos décadas después, la Bolsa de Nueva York le bautizó como el “Rey del azúcar”. Falleció sin hijos, y debido a su tremenda fortuna sus hermanos se fueron a vivir a Cuba y EE. UU., donde estaban sus negocios. Su hermana María casó con el arquitecto Alonso Fanjul, la rama que después enlaza con los Gómez Mena.

La familia se exilió de Cuba tras la Revolución y hoy, el resultado de está aventura a través de tres siglos y cuatro países tiene el nombre del hijo mayor del matrimonio, Alfonso Fanjul Gómez de Mena, el hombre que suministra dos de cada tres cucharadas de azúcar que se consumen en EEUU, multimillonario de pasaporte español, miembro de una de las familias más adineradas e influyentes del país, y del Cuerpo de la Nobleza de Madrid.

  El rey emérito Juan Carlos I, con el presidente dominicano Danilo Medina (con bigote) y los hermanos Alfonso y Pepe Fanjul, en la inauguración de la avenida que lleva su nombre en el lujoso complejo Casa de Campo (República Dominicana), en mayo del 2015.

Nota. También hubo, posteriormente, otro personaje, Julio Lobo Olavarria, llamado (1898-1983) "el rey del azúcar".

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