viernes, 26 de junio de 2015

Nicolás de Ovando. Colonización de América y el origen de las Encomiendas




Gobernador y estadista extremeño, considerado el iniciador de la obra colonizadora de España en América. Tras ostentar el título de Comendador de Lares, en premio a su labor como Gobernador de las Islas y Tierra Firme entre 1502 y 1509, la Corona le concedió el máximo título de Comendador Mayor de Alcántara.

Nicolás de Ovando era hijo del capitán Diego (de Cáceres) Ovando, que descendía de uno de los conquistadores cristianos a quienes el rey de León diera la ciudad cacereña tras ser tomada a los árabes, y de su primera mujer Isabel Flores de las Varillas Gutierrez, Dama de la Reina Isabel I de Castilla. Fue gobernador y administrador colonial de La Española desde 1502 hasta 1509, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla. Nació en Brozas, Cáceres, hacia 1460 y falleció en  Sevilla en mayo de 1511.

Retrato de "Fray" Nicolás de Ovando
Perteneció a una encumbrada familia hidalga extremeña; fue criado en Cáceres y educado en un ambiente de intensa religiosidad. Ingresó en la Orden Militar de Alcántarapara dedicarse al servicio de la Iglesia y de la Corona, detentada por Isabel la Católica, de quien fue un leal y fervoroso partidario. En 1478 obtuvo la encomienda de Lares, una de las más importantes concedidas a la Orden de Alcantara. Fue uno de los diez hombres designados por los Reyes Católicos para acompañar al Príncipe Don Juan en la Corte de Almazán.

Este cargo lo conservaría hasta 1497, fecha de la muerte del Príncipe. En lo sucesivo, Ovando se concentró en la supervisión de todos los asuntos internos relacionados con la Orden de Alcántara, cuyo Maestrazgo pasó definitivamente en 1494 a depender de la Corona de Castilla. En su condición de estrecho colaborador de los Reyes Católicos se le nombró dos veces visitador de la Orden a la que pertenecía y, posteriormente, se le encargó la reconstrucción de la ciudad de Alcántara, semi-destruida por la Guerra de Sucesión castellana.

Nicolás de Ovando fue nombrado Gobernador de las Islas y Tierra Firme el 3 de septiembre de 1501, en sustitución del juez pesquisador Francisco de Bobadilla, quien poco antes había depuesto de dicho cargo a Cristóbal Colón. Con la llegada de Ovando a La Española comenzó el período de auténtico asentamiento y colonización de los españoles en las Antillas. La flota que lo condujo al Nuevo Mundo zarpó de Sanlúcar de Barrameda el 13 de febrero de 1502. Esta poderosa escuadra al mando de Antonio de Torres estuvo compuesta por treinta y dos naves y llevaba a bordo 2.500 personas, entre ellas, fray Bartolomé de las Casas. La flota llegó a Santo Domingo el 5 de abril.

Apenas asumió el cargo, Ovando hizo el juicio de residencia a Bobadilla y ordenó su embarque a España en la misma flota en la que él había arribado. Ovando tuvo que lidiar con la costumbre de los colonos españoles que encontró en la isla de vivir desperdigados entre las poblaciones indígenas e, inmediatamente, dispuso que éstos trasladaran sus residencias a cualquiera de las nuevas urbes que se fueran fundando. A aquéllos que se mostraron más reacios a convertirse en vecinos se les envió de vuelta a España. De este modo se impuso con éxito la política centralizadora a los conquistadores y colonos españoles.

El siguiente objetivo de Ovando fue acelerar el proceso de asentamientos urbanoscon el que se esperaba garantizar una colonización acorde con las normas centralizadoras de la Corona. Para lograrlo se adoptó el modelo castellano de la Baja Edad Media de hacer calles anchas, rectilíneas y perpendiculares. Así en 1502 se reconstruyó la ciudad de Santo Domingo después de que un huracán la destruyese.

Pacificó la Española venciendo a los caciques rebeldes. Por estas acciones militares ha sido acusado de excesiva severidad, sobre todo por la ejecución de Anacaona y varios caciques. Como resumen de su actuación en la isla Española se podrí­a decir que llegó en 1502 a un lugar en completo caos social, polí­tico y militar y cuando volvió a España en 1509 la dejó pacificada, con una nueva  y eficaz administración basado en el modelo castellano y una próspera economí­a.

La afluencia masiva de españoles a las Antillas y la necesidad de obtener una mano de obra que trabajara intensa y permanentemente en la agricultura no fue del agrado de los nativos y muchos de ellos prefirieron huir a los montes. Ante esta actitud, los colonos plantearon a la Corona que los indios les fueran repartidos. El 20 de diciembre de 1503, la reina Isabel firmaba una Real Provisión legalizando los repartimientos de indios en favor de los españoles. Con este documento nació la institución de la encomienda, que fue llamada en un principio "repartimiento". La Corona confiaba cierto número de indígenas a los colonos españoles, convirtiéndolos de esta forma en encomenderos.

Entre 1503 y 1505, el Gobernador Ovando generalizó los repartos de indios en la isla La Española, hecho que permitió que se desarrollara a gran escala no sólo la agricultura, sino la extracción aurífera a costa de la explotación de esta mano de obra. La labor colonizadora de Ovando fue evaluada en la época como innovadora y positiva, a pesar de las críticas de Bartolomé de las Casas que acusaba al gobernador de haber promovido la destrucción de las Indias. El 9 de julio de 1509, Nicolás de Ovando fue sustituido por Diego Colón en la Gobernación de las Indias. La Española contaba ya con más de 3.000 vecinos en unas quince villas pobladas.

Hacia 1508, culminada la época de fundación de ciudades, Ovando se orientó hacia la exploración del resto de las Antillas. Esta iniciativa permitió que la expedición de Sebastián de Ocampo confirmara definitivamente la insularidad de Cuba.

Palacio de los Ovando en Cáceres
Este regresó a España y fue premiado por los Reyes Católicos con la concesión del título de Comendador Mayor de la Orden de Alcántara. Murió el 29 de mayo de 1511 en medio de una Junta Capitular de la referida orden.

El escudo ovandino

El símbolo personal de Nicolás de Ovando lleva los apellidos de su padre y de su madre: Ovando, Mogollón y Flores, Gutiérrez. Acolada, la cruz de Alcántara.

El apellido Ovando, situado en el primer cuartel del blasón, es, en campo de plata, una cruz floronada de gules, angulada de cuatro veneras de lo mismo.

En el segundo cuartel está situado el apellido Flores: De azur, cinco flores de lis puestas en aspa con bordura de gules, cargada con ocho aspas de oro.

En el tercer cuartel el apellido Mogollón. En campo de oro, dos osos pasantes de sable, bordura de gules, cargada con ocho aspas de oro.

En el cuarto cuartel, Gutiérrez: En campo de oro, un castillo cargado con cinco hojas de higuera de sinople, dos en el homenaje central y tres en el cuerpo.

martes, 23 de junio de 2015

La hidalguía y las genealogías hidalgas en la Villa, Valle y Honor de Sedano

La obra estudia a la baja nobleza dentro de los 27 pueblos que componían la Honor de Sedano (Burgos), entre ellos Huidobro y Sedano, cuna de mi familia paterna (linaje Huidobro).

La hidalguía y las genealogías hidalgas en la Honor de Sedano -configurada entre los siglos XV y XIX por 27 poblaciones- es el título del libro de Jacinto Campillo, quien deja constancia de la existencia y de la mayor -o menor- importancia de cientos de familias de hidalgos que siglos atrás contribuyeron a lograr un cierto desarrollo de esa zona del norte de Burgos, con un rico patrimonio heráldico, uno de los potenciales turísticos de la comarca junto con los dólmenes, las iglesias románicas y el paisaje natural.

La Obra de Jacinto Campillo Cueva (2010)
En nuestros días, el tema resulta muy atractivo ya que la heráldica y los árboles genealógicos están de moda. La obra analiza el tema de la baja nobleza dentro de los 27 pueblos que componían la Honor de Sedano durante el Antiguo Régimen. Su realización ha sido posible gracias a la consulta de numerosas fuentes históricas (protocolos notariales, libros parroquiales, etc.) y bibliográficas.

El libro consta de algo más de 500 páginas entre el texto, los gráficos y las fotografías de escudos, inscripciones y casas blasonadas. Su publicación ha sido posible gracias a las ayudas económicas del IMC del Ayuntamiento de Burgos y de los tres ayuntamientos en los que se centra el estudio: Valle de Sedano, Tubilla del Agua y Sargentes de la Lora. Aunque el autor se centra en la hidalguía, los contenidos del libro son bastante variados. Después de aclarar la naturaleza de las fuentes escritas y de los aspectos más importantes relacionados con los apellidos hidalgos y con los escudos de armas, Campillo estudia los pleitos habidos en la Chancillería de Valladolid entre los hidalgos y los pecheros del Valle, así como los pleitos que ambos estados mantuvieron conjuntamente en contra de los marqueses de Aguilar, dueños de la jurisdicción.

A destacar el análisis de los apellidos hidalgos más importantes de cada uno de los 27 pueblos de la Honor, en virtud de la probanza de su hidalguía, labra de escudo, servicios prestados al estado o emigración a América. Todos están tratados en profundidad, de ahí que los desarrollos genealógicos puedan remontarse hasta el siglo XVI.
Entre los personajes originarios de la Honor con mayor relevancia en la historia de España hay que destacar al platero Lesmes Fernández del Moral, los militares Pedro Merino y Lesmes Merino de Porres, al pedagogo Andrés Manjón, al estadista Felipe Díaz Ortega, al obispo Ángel Marquina y al diputado César Huidobro, entre otros ilustres, aunque existen otros con menos renombre, pero no por ello irrelevantes.

viernes, 19 de junio de 2015

Santa Teresa de Jesús. Religiosa y escritora mística española


La figura de Santa Teresa reúne a su santidad una vida de virtud ejemplar, una labor organizadora con numerosas fundaciones en su haber y una producción literaria muy importante.

Fundadora de la orden de las Carmelitas Descalzas fue, junto con San Juan de la Cruz, impulsora de una profunda renovación de los valores y las normas religiosas, propugnando un regreso a la austeridad, la pobreza y la contemplación. 

Teresa nació en Ávila el 28 de marzo de 1515, y murió en Alba de Tormes (Salamanca) en octubre de 1582. Fue bautizada con el nombre de Teresa de Cepeda y Ahumada. Teresa de Jesús es el nombre de religión adoptado, y es conocida también como Santa Teresa de Ávila.

Santa Teresa, reformadora de la Orden Carmelita
Era hija de Alonso Sánchez de Cepeda, que llamaban en Ávila “el toledano”, que se había casado en segundas nupcias con Beatriz de Ahumada y Tapia, de 14 años, perteneciente a una noble familia (Casa de Navamorcuende) abulense, en enero de 1508, con la que tuvo doce hijos, de los cuales Teresa fue la tercera. Su padre era hijo del converso don Juan Sánchez de Toledo, converso reconciliado, casado con doña Inés de Cepeda, cristiana vieja. Don Juan, que había judaizado, fue penitenciado por la Inquisición de Toledo en junio de 1485, y tuvo que ir durante algún tiempo en procesión –vistiendo el sambenito– con los reconciliados. A pesar de ello, el padre y dos de sus tíos, dedicados al comercio y a los negocios, consiguieron en noviembre de 1520 (definitiva en 1522) una ejecutoriade hidalguía por la Real Chancillería de Valladolid. Santa Teresa es descendiente en séptima generación del señor de Cepeda, Vasco Vázquez de Cepeda, un vasallo del rey Alfonso XI.



Desde muy pequeña Teresa manifestó interés por las vidas de los santos y las gestas de caballería. A los 6 años  llegó a iniciar una fuga con su hermano Rodrigo para convertirse en mártir en tierra de moros, pero fue frustrada por su tío que los descubre aún a vista de las murallas. En 1531, contando dieciséis años, su padre la internó como pupila en el convento de monjas agustinas de Santa María de Gracia, pero al año siguiente tuvo que volver a su casa aquejada de una grave enfermedad. Determinada a tomar el hábito carmelita contra la voluntad de su padre, en 1535 huyó de su casa para dirigirse al convento de la Encarnación. Vistió el hábito al año siguiente, y en 1537 hizo su profesión. Su madre había fallecido en 1528 y su padre murió en 1543.

Por entonces empezó para ella una época de angustia y enfermedad, que se prolongaría hasta 1542. Durante estos años confiesa que aprendió a confiar ilimitadamente en Dios y que empezó a practicar el método de oración llamado «recogimiento», expuesto por Francisco de Osuna en su Tercer abecedario espiritual. Repuesta de sus dolencias, empezó a instruir a un grupo de religiosas de la Encarnación en la vida de oración y a planear la reforma de la orden carmelitana para devolverle el antiguo rigor, mitigado en 1432 por Eugenio IV. 

Escudo de los Carmelitas (Ávila)
Empezó entonces a ser favorecida con visiones «imaginarias» e «intelectuales», visiones que habrían de sucederse a lo largo de su vida y que determinaron sus crisis para averiguar si aquello era «espíritu de Dios» o del «demonio». Su ideal de reforma de la orden se concretó en 1562 con la fundación del convento de San José. Se inicia entonces una nueva etapa en su vida, en la que la dedicación a la contemplación y la oración es compartida con una actividad extraordinaria para conseguir el triunfo de la reforma carmelitana.

Iblesia convento de Santa Teresa en Ávila
Desde 1567 hasta su muerte, fundó en Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas, Sevilla, Caravaca, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos. En 1568 se erigió en Duruelo el primer convento reformado masculino, gracias a la colaboración de San Juan de la Cruz y del padre Antonio de Heredia. Redactó las Constituciones (1563), que fueron aprobadas en 1565 por Pío IV, y que se basan en los siguientes puntos: vida de oración en la celda, ayuno y abstinencia de carne, renuncia de rentas y propiedades, comunales o particulares, y práctica del silencio.

Su vida y su evolución espiritual se pueden seguir a través de sus obras de carácter autobiográfico, entre las que figuran algunas de sus obras mayores: La vida (escrito entre 1562 y 1565), las Relaciones espirituales, el Libro de las fundaciones (iniciado en 1573 y publicado en 1610) y sus cerca de quinientas Cartas.

La Vida abarca desde su infancia hasta la fundación del primer convento reformado de San José de Ávila, en 1562. Gracias a ella se sabe de su infantil afición por los libros de caballerías y de vidas de santos.

En 1604 se inició el proceso de canonización de Teresa. En 1614 fue declarada beata, y en 1622 fue canonizada por Gregorio XV. En 1970 fue proclamada doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer que recibía esta distinción. Además de las obras citadas, dejó escritas: Meditaciones sobre los cantares, Exclamaciones, Visita de descalzas, Avisos, Ordenanzas de una cofradía, Apuntaciones, Desafío espiritual, Vejamen y unas treinta poesías.

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582 y la enterraron al día siguiente, el 15 de octubre. ¿Por qué esto? Porque en ese día empezó a regir el cambio del calendario, cuando el Papa añadió 10 días al almanaque para corregir un error de cálculo en el mismo que llevaba arrastrándose ya por años.


Con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, la Fundación Las Edades del Hombre desarrolla a lo largo de 2015 una serie de actividades cuyo eje principal y esencial será la magna exposición de arte sacro que tendrá lugar conjuntamente en Ávila y Alba de Tormes, dos localidades emblemáticas en la vida de la Santa.

martes, 16 de junio de 2015

Primer aniversario de la proclamación de Felipe VI como Rey de España


Tras la abdicación de Don Juan Carlos, unos días más tarde, su hijo Felipe es proclamado Rey de España 
A las 10:45 del 19 de junio de 2014 Felipe VI juraba la Constitución ante las Cortes Generales y era proclamado Rey de España. Después, los nuevos monarcas, acompañados de sus hijas, Don Juan Carlos y Doña Sofía, saludaban a los españoles desde el balcón central del Palacio Real de Madrid. 

 Este aniversario se produce en mitad de la polémica creada sobre la decisión de revocar el título de Duquesa de Palma a su hermana, la Infanta Cristina.

Tanto Felipe VI, como sus padres Don Juan Carlos y Doña Sofía, son miembros de la Real Asociación de Hidalgos de España. 

Don Felipe ingresó en la Asociación en octubre de 1994, mientras que Don Juan Carlos lo hizo en junio de 1964, diez años después de su constitución.


Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma,  primo segundo del rey Juan Carlos I, quién le concedió el título de infante de España en 1994, es presidente de honor de la Real Asociación de Hidalgos de España y fue el anterior presidente del RealConsejo de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, sustituido en mayo de 2014 por su hijo Pedro, Duque de Noto. 


Desde que Don Juan Carlos abdicó la corona en favor de su hijo Felipe el 2 de junio del pasado año, la Familia Real española se ha visto reducida a seis miembros: el Rey Felipe VI, la Reina Letizia, la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía y Don Juan Carlos y Doña Sofía

viernes, 12 de junio de 2015

José Solano y Bote. Capitán General de la Real Armada. Primer Marqués del Socorro


Marino glorioso, constituyó una verdadera excepción, ya que a pesar de haber nacido en Extremadura tuvo una gran vocación marinera y logró realizar en toda su plenitud lo que era el sueño de su vida, la carrera hacia la que se sentía fuertemente inclinado. 

Solano sentó plaza de guardiamarina en la compañía de Cádiz en el año de 1742,  recibió el sobrenombre de “el Alferecillo” y se encumbró a la cúpula de la Marina. Llegó a ser Brigadier y Capitán General de la Real Armada Española, Gobernador de la Provincia de Venezuela, Capitán General de Santo Domingo y Consejero de Estado.
 
José Solano y Bote. Museo Naval de Madrid
José Solano Bote Carrasco y Díaz nació en la villa de Zorita (Cáceres), el 6 de marzo de 1726. Fue hijo de Agustín de Solano y Carrasco y María Bote y Carrasco, nieto por línea paterna de Pedro Solano de Valencia y Ana Carrasco González, y nieto por línea materna de Juan Bote Moreno y Teresa Carrasco Díaz. Se casó, en junio de 1762, con Rafaela Ortiz de Rozas y Ruiz de Briviesca, con la que tuvo once hijos.


Ingresó de Guardiamarina el 20 de abril de 1742 (Exp. Nº 403) y al terminar sus primeros estudios, embarcó en el navío “Soberano” de la escuadra de don Juan José Navarro, tomando parte con él en el célebre combate de cabo Sicié el veintidós de febrero de 1744. Por su comportamiento en este combate o acción, fue ascendido a alférez de fragata.

Su gran preparación científica y técnica debió de pesar decisivamente para que fuera elegido por Jorge Juan a fines de 1748 para acompañarle junto a Pedro de Mora en su célebre viaje de espionaje industrial y naval a Gran Bretaña. Solano, que en teoría había ido a "perfeccionarse en las matemáticas", recibió en Londres el encargo de ocuparse de todo lo referente a artefactos y máquinas de la marina. Este viaje entrañó serio peligro y acabó cuando sus miembros tuvieron que huir al ser descubiertos. A su llegada a España, José Solano fue destinado a la dársena de Cartagena, y luego acompañó al naturalista irlandés Guillermo Bowlls en su viaje por la península a realizar reconocimientos hidrográficos y mineralógicos. Gracias a la estimación de Jorge Juan y del ministro de Estado José de Carvajal, fue nombrado cuarto comisario de la Expedición de Límites que se estaba organizando en ejecución del Tratado de límites hispano-portugués de 1750.

En 1754 fue ascendido a capitán de fragata, siendo nombrado además comisario en la demarcación de los límites de las colonias españolas y portuguesas, al norte del río Marañón, en la América meridional. Esta comisión duró siete años y en ella hubo que vencer grandes dificultades; por su actuación fue ascendido a capitán de navío.
En el año de 1762 se declaró la guerra con Gran Bretaña, y al regresar Solano a España se le dio el mando del navío  “Rayo”. En 1763 obtuvo el hábito de Santiago y, al firmarse la paz, en enero de 1763, fue designado gobernador y capitán general de las provincias Venezuela, que atravesaban circunstancias difíciles ya que, el intenso contrabando extranjero en sus costas disminuía cada vez más las rentas. La enérgica actuación de Solano condujo a la extinción de estas prácticas y cuando, en 1770 terminó su gobierno, se habían duplicado los ingresos de la Hacienda pública. En 1773 fue ascendido a brigadier de la Armada.

En 1778 Solano emprendió el regreso a España y se reincorporó a la Armada. Fue ascendido a jefe de escuadra en el año de 1779, poco antes de estallar de nuevo la guerra con Gran Bretaña, siendo destinado de general subordinado a la escuadra del general Antonio de Arce, que se alistaba en El Ferrol y que se agregó a la combinada del general don Luis de Córdova y del conde de Orvilliers.

En 22 de febrero de 1780 tomó el mando de una escuadra destinada a llevar y proteger un convoy de tropas de 12.146 hombres destinados a socorrer a las colonias de la América septentrional y las Antillas.

Es de destacar que el general Gálvez, gobernador de la Luisiana, no hubiese podido llevar a cabo sus operaciones en La Florida y tomar Pensacola a los británicos, sin el concurso de Solano y de sus navíos. Para esta expedición salieron las fuerzas de La Habana, el dieciséis de octubre, las navales a las órdenes de Solano, compuestas de siete navíos y cinco fragatas, escoltando a un convoy de cuarenta y nueve velas con 3.000 hombres de desembarco, mandados por el general Bernardo Gálvez.

En 1782 fue ascendido Solano a teniente general y pasó a mandar la escuadra y a la vez el apostadero de La Habana.

Durante la guerra con Gran Bretaña se le confió el mando de una escuadra en el Caribe. Ésta partió de Cádiz en abril de 1780 y tras una escala en La Habana jugó un papel fundamental al proveer los auxilios necesarios para la toma de la plaza de Pensacola, en Florida. Esta acción le valió el 25 de julio de 1784 la concesión del título de marqués del Socorro y también fue nombrado Consejero de Estado. Pero la escuadra de Solano no fue exclusivamente una eficaz máquina militar; y por directa iniciativa suya se abordaron importantes problemas cartográficos y completaron su formación marinos y científicos de renombre.

En el año de 1790 se le dio a Solano el mando de una escuadra fuerte de cuarenta navíos, armados en El Ferrol y en Cádiz. Estas fuerzas influyeron grandemente en los acontecimientos de la política internacional y en paz, que se ajustó poco después con Gran Bretaña. Cuando se desarmó la escuadra, Solano regresó a Madrid, continuando en sus funciones de consejero de estado.

En 1794, siendo ya Caballero Gran Cruz de la orden de Carlos III, le otorgaron el mando de la escuadra de América. Todavía en 1802 tuvo la responsabilidad del mando naval, pasando con una escuadra a Nápoles a recoger a la prometida del príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII. José Solano logró la máxima graduación -(noveno) capitán general de la Real Armada-.que se podía alcanzar en la Armada en 1802. Al desarmarse la escuadra siguió como Consejero de Estado.

A los 80 años de edad y 64 de magníficos y heroicos servicios prestados a la Armada y a España, el marino extremeño murió en Madrid el 24 de abril de 1806.

martes, 9 de junio de 2015

Los dos hidalgos de Verona. Una comedia de William Shakespeare


The Two Gentlemen of Verona es una de las primeras comedias de Shakespeare. El tema general que se plantea es la disyuntiva entre la amistad y el amor. También se ha traducido al español como “Los dos caballeros de Verona”. Está inspirada en un pasaje del segundo de Los siete libros de la Diana, novela pastoril de Jorge de Montemayor (cuya primera edición datada es de Zaragoza, 1560).


Esta comedia (descarga en PDF) en cinco actos en prosa y en verso fue escrita por Shakespeare a comienzos de su carrera (entre 1591 y 1595) y publicada en el "in folio" de 1616. Muchos indicios pueden hacernos concluir que la obra fue escrita muy aprisa: por ejemplo, la indicación de las localidades está equivocada (Verona y Padua en lugar de Milán). Que se sitúe a Verona a lo largo de un río que sufre los efectos de la marea y que se la haga comunicar con Milán por agua se puede explicar suponiendo que Shakespeare pensaba en Londres y empleaba los nombres de Milán y de Verona sencillamente como etiquetas. Las figuras de los dos bufones Launce y Speed huelen, además, a ambiente londinense.

La trama tiene diversas concomitancias con la obra posterior Romeo y Julieta, como la figura del padre que se opone al amor de su hija e impone otro, o la presencia de una ventana que escalar para llegar a la amada prohibida. Por no hablar de que los protagonistas son ciudadanos de Verona.



Resumen:

Valentín anuncia a su amigo Proteo que se va de viaje, de Verona a la corte del duque de Milán. Proteo se queda, puesto que está enamorado de Julia. Siguen agudas discusiones entre ellos a favor y en contra del amor. Poco después, el padre de Proteo lo envía también a Milán. Allí la hija del duque, Silvia, se ha prometido a Valentín, en contra de su padre. En cuanto Proteo ve a Silvia, se enamora de ella, olvidando a Julia y traicionando a su amigo Valentín, acusándole ante el duque de intentar escapar con su hija. Valentín es desterrado y lidera un grupo de bandidos en el bosque de Mantua. Julia se disfraza de varón para ir a buscar a Proteo, descubriendo que ahora ama a Silvia. Pero al final todo se arregla en el bosque: Valentín evita que Silvia sea violada por Proteo, el duque acepta la unión de Valentín con Silvia y Proteo se arrepiente y vuelve con Julia.

Los personajes secundarios, que hablan con simpáticas burlas, son los respectivos criados de Valentín y Proteo: Speed (conocido en las traducciones como Relámpago o Veloz) y Launce (trascrito como Lanza y como Anguilo). La relación de este último con su perro Crab (Cangrejo), al que quiere mucho, es uno de los motivos cómicos más celebrados de la obra. La aparición de animales (especialmente de perros) en los escenarios de la época suponía gran regocijo para los espectadores.

Toda la comedia está atravesada por un toque especial, que la hace muy ligera y divertida. Aparecen ciertas recurrencias shakesperianas, como el disfraz de varón de Julia o la clara distinción entre los tipos humanos protagonistas, de clase alta (hidalgos), y los que podríamos llamar bufones, en este caso los criados.

viernes, 5 de junio de 2015

Martín Vázquez de Arce. El Doncel de Sigüenza


Noble y militar castellano. Hombre de armas y, a su vez, exquisita educación, entró desde muy joven como paje al servicio de Diego Hurtado de Mendoza, primer Duque del Infantado, en Guadalajara. 
 
Al contemplar la estatua de su sepulcro, en Sigüenza, un general del emperador Carlos V comentó ¡Que bello Doncel!  y con este nombre pasaría a la historia como: El Doncel de Sigüenza. Que no era tal, pues estaba casado y tenia una hija.

Martín nació en 1461, hijo de don Fernando de Arce y de doña Catalina Vázquez de Sosa. Su padre fue secretario personal de la familia de Mendoza, residiendo en la ciudad de Guadalajara, donde Martín se convirtió en paje del primer Duque del Infantado, alcanzando muy joven el ser caballero de la Orden de Santiago. Tuvo una hija, de nombre Ana, que debía ser ilegítima, pues se desconoce cual fue su madre, que casó con Pedro de Mendoza.



Nació en el seno de una familia noble (hidalga) y poderosa, pues su padre fue Comendador de Montijo; su hermano, 16 años mayor, tras ejercer la función de Obispo de Burgo de Osma (Soria), pasa a ser Obispo de Canarias, y ello da un gran poderío económico a la familia, lo que les permite hacer un mayorazgo para la hija de don Martín (Mencía Vázquez de Arce), y como se señala en el testamento y codicilos de sus padres, declaran haber adquirido y adecentado la casa de Guadalajara, con los beneficios de su hijo el Prior de Osma, y por haber llegado a ser patronos de una capilla absidal de la catedral, en posesión anterior de la poderosa familia de los infantes de la Cerda. 

Aunque  no se conoce su lugar de nacimiento (en algún lugar de Castilla) sí se saben las circunstancias de su muerte durante la Guerra de Granada, en la acción militar de la Acequia Gorda de la vega de Granada, en el mes de julio de1486, acompañando a su padre, Fernando de Arce, y a las órdenes de su señor el II Duque del Infantado Pedro de Mendoza.

El cuerpo sin vida de Martín lo recogerá su padre que lo enterró junto a la acequia Gorda, en un lugar llamado Los Partidores. sería su hermano Fernando el que haga traer los restos a enterrar en la Catedral de Sigüenza,  justamente en la capilla de San Juan y Santa Catalina, siendo su sepulcro, de autor desconocido, una de las principales esculturas del gótico en España.

Sepulcro del Doncel, en la Catedral de Sigüenza
Su sepulcro es una de las joyas fúnebres de todos los tiempos, pues a diferencia de las esculturas funerarias de la época, el Caballero no está representado en posición durmiente, sino que yace tumbado de lado con las piernas cruzadas. Vestido con ropas de armadura y cota de mallas,  tiene en sus manos un libro y la mirada hacia al suelo, como meditando sobre lo que ha leído; a sus pies, un paje se lleva una de  las manos a la mejilla  y llora. La cabeza está cubierta con un capacete de cuero y en el pecho la cruz de la orden de Santiago, una daga y un león, que significaría el valor y la resurrección. 

En su frontal, entre adornos vegetales, aparece su escudo. Es curioso observar que aunque los linajes del Doncel son de Sosa (por su madre) y de Arce (por su padre) y que por lo tanto serían esos, y en ese orden, los apellidos que debería llevar, no es así, y toma como apéndice de su nombre el que era primer apellido de su madre por el linaje de su abuela. Lo mismo harán sus hermanos, que añaden el Vázquez como modulación del nombre, y ponen el linaje paterno como auténtico apellido. 

Al Doncel, como militar y civil, tiene por tenantes dos pajes vestidos a la alemana
En cuanto al escudo de Martín Vázquez de Arce, este se organiza de una forma clara y lógica, aunque diferente del de sus hermanos. Se trata de un escudo de embocadura alemana, cuartelado, que en el primero y cuarto cuarteles ofrece las armas de Arce, el linaje principal por paterno. En el segundo ofrece las armas de Sosa, el linaje materno, y en el tercero las tres fajas de Vázquez. Pero no olvida el linaje materno de su padre, el Cisneros, y lo coloca, curiosamente, como bordura de todo el escudo. Vemos en ellas, en cualquier caso, un orden lógico y jerárquico: primero y cuarto, linaje paterno; segundo, primer linaje de la madre, y tercero, segundo linaje de la madre. Por bordura, el segundo linaje del padre. 

Los del linaje Arce y Sosa eran hidalgoscon propiedades rústicas y urbanas en Sigüenza y Guadalajara. Para sobrevivir medianamente tuvieron que entrar en el círculo cortesano de los Mendoza, apareciendo en funciones administrativas (don Fernando de Arce en realidad debería llamarse Fernando Cisneros de Arce fué secretario del segundo duque del Infantado, don Iñigo López de Mendoza), militares (Martín Vázquez de Arce, el Doncel, formó en el ejército de dicho segundo duque, yendo con él a la guerra de Granada) ó eclesiásticas (Fernando Vázquez, que llegaría a obispo de Canarias, fué canónigo y prior del Cabildo en Osma, diócesis que antes había administrado el Cardenal Mendoza)

Tomando por eje y creadores del linaje Arce y Sosa a los padres del Doncel, don Fernando de Arce y doña Catalina Vázquez de Sosa, se sabe que por parte de esta, vivieron en Sigüenza, a mediados del siglo XV, sus padres, don Martín Vázquez de Sosa y doña Sancha Vázquez. Este hidalgo pertenecía al linaje de Sosa, de procedencia portuguesa. Así lo proclama, no solamente su apelativo, sino el dato heráldico del principal cuartel de su escudo, que muestra las cinco quinas de Portugal. De su madre hereda las fajas de Vázquez, y con ellas compone el escudo, que lleva, partido, en su cuartel derecho y principal las armas de Sosa, herencia paterna, y en el izquierdo ó secundario las de Vázquez, de herencia materna.

En cuanto al padre del Doncel, Fernando de Arce, sus antecesores debían ser de la tierra seguntina o medinense. El hecho de formar su escudo de armas con cinco flores de lis de oro sobre campo azul hace sospechar una cierta clientela, incluso secular, respecto a los La Cerda, señores de Medinaceli.

Doncel es la denominación de un oficio de corte de la monarquía castellana bajomedieval, a cargo de jóvenes de familias nobles aún no armados caballeros y que ejercían de pajes o acompañantes del rey o del heredero de la corona. Posteriormente pasaban a formar un cuerpo militar especial, el Contino de Donceles de la Real Casa dirigido por el alcaide de los Donceles.

Para saber más:
           

lunes, 1 de junio de 2015

60 años de la Real Asociación de Hidalgos de España


No hace mucho se celebró el 60 aniversario de la constitución de la “Asociación  de hidalgos, infanzones y nobleza a fuero de España”, hoy denominada como “Real Asociación de Hidalgos de España” (RAHE).

Fue el 13 de noviembre de 1954 y, con tal motivo, el editorial de la revista Hidalgos Nº 541 está dedicado a él y a la figura de Don Vicente de Cadenas y Vicent, Secretario General Perpetuo de la Real Asociación. Con tal motivo la RAHE tiene previsto una serie de actos, como puede verse en su página web

La revista –gacetilla– Hidalgos, junto con la otra publicación de la RAHE, Hidalguía (Ediciones Hidalguía), ésta de carácter más científico / académico, son dos de las publicaciones de referencia en estos temas, avaladas ambas por los numerosos años en que vienen publicándose y la calidad de sus autores y artículos.

La revista Hidalgos se puede descargar, gratuitamente, desde la propia página de la asociación, mientras que para Hidalguía, que viene publicándose ininterrumpidamente desde 1953, se requiere una suscripción; ésta última resulta muy económica y recomendable para todos aquellos interesados en la Nobiliaria, Historia, Genealogía y Heráldica.