Gobernador del Supremo Consejo Real de
Su Majestad y consejero de estado, así como mariscal de campo en el ejército
real. Primer Conde de Ezpeleta de Beire. Caballero de la Orden de Carlos III y
de la Orden de San Hermenegildo, fue también juez de la Orden de San Juan.
El 1 de diciembre de 1785 se convirtió
en gobernador de Cuba, cargo que ocupó hasta 1789, cuando fue ascendido a
virrey de Nueva Granada.
José
Manuel Ignacio Timoteo de Ezpeleta y Galdeano nació en Barcelona y fue
bautizado en la Seo el 24 de enero de 1742, siendo el segundo hijo de Joaquín
de Ezpeleta y Dicastillo, por entonces capitán del regimiento de infantería de
Castilla, natural de Pamplona, y de doña María Ignacia Galdeano y Prado,
natural de Olite. Por ambas líneas pertenecía a la baja nobleza (hidalguía) navarra.
Como
su padre y la mayoría de sus antepasados, José
siguió la carrera militar. A los
catorce años ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de la Corona y
dos años más tarde ascendió a subteniente, permaneciendo hasta los veinte años
de guarnición en Ceuta, regresando a la Península, donde Intervino en la guerra
con Portugal entre setiembre de1762 y febrero de 1763 (un episodio de la Guerra
de los Siete Años, en el cual España y Francia invadieron Portugal en tres
ocasiones y en todas fueron derrotados por la Alianza anglo-portuguesa).
Tras
esto, fue enviado a Cuba junto con su
regimiento de Navarra, en la expedición del conde de Ricla y el mariscal Alejandro
O'Reilly que debían recibir la plaza de La Habana de los ingleses, que la
habían conquistado en el curso de la guerra de los Siete Años. Allí y en Puerto
Rico participó en la implantación de los nuevos cuerpos de las milicias, a los
que se dotó de un reglamento, entrenamiento y organización militar. En
septiembre de 1765 regresó a España con el grado de capitán.
En
1771, ascendido ya a sargento mayor, pasó un año de guarnición en Orán. En enero
de 1774 se fundaba la academia militar
de Ávila, siendo O'Reilly su primer director, y allí marchó, junto con el
regimiento de Navarra, donde coincidió con un grupo de jóvenes oficiales que
serían luego los principales protagonistas en la guerra contra Inglaterra de
1779-1783: Bernardo de Gálvez, Esteban Miró, Francisco de Saavedra, Pedro de
Mendinueta, y el cubano Gonzalo O'Farrill entre otros.
Al
año siguiente, en julio de 1775, Ezpeleta
tuvo una destacada participación en el desastroso desembarco en Argel, que
le costó el puesto a O'Reilly, siendo ascendido a coronel, con tan solo 34
años. Parte de los dos años siguientes permaneció en Pamplona, y en El Ferrol,
a la espera, junto con su regimiento, de embarcarse para La Habana por segunda
vez, adonde llegó en febrero de 1779 formando parte del Ejército de Operación,
comandado por Bernardo de Gálvez,
para apoyar la sublevación de las trece colonias americanas que pretendían la
independencia del Reino Unido, logrando recuperar varias plazas, como Pensacola.
En
1783 se casó en La Habana con María de la Paz Enrile y Alcedo, hija de un
acaudalado comerciante gaditano de origen genovés, director del Asiento general
de negros y primer marqués de Casa Enrile. En diciembre de 1785 se convirtió en
gobernador y capitán general de Cuba,
cargo que compaginó con la capitanía general de Luisiana y Florida, y que ocupó
hasta abril de 1789, cuando fue ascendido a mariscal de campo y nombrado virrey
de la Nueva Granada.
Joaquín Ezpeleta Enrile |
Su
hijo Joaquín Ezpeleta Enrile (La Habana, 1788 - Madrid, 1863) fue político,
militar y gobernador. Sus hermanos José Mª y Fermín también fueron políticos y
militares. Su hermana María Concepción se casó con el general Pedro Agustín
Girón, por lo que fue tío de Francisco Javier Girón Ezpeleta, fundador de la Guardia Civil.
Durante
su mandato, Ezpeleta trató de impulsar la industria minera en Mariquita, sin
éxito, puesto que los gastos de explotación eran mayores que los beneficios. También,
promovió las misiones católicas como una forma de apaciguar a los indígenas que
todavía no habían aceptado la dominación española; se preocupó además de las
obras públicas y el fomento económico, el desarrollo de las artes y las letras:
fundó el Papel Periódico, primera publicación oficiosa del virreinato.
Tras
siete años, cesó en el virreinato en
diciembre de 1796, y embarcó de regreso para la Península, donde, en
reconocimiento al prestigio alcanzado, recibió
el título de conde de Ezpeleta de Beire y el ascenso a teniente general. En noviembre de 1797 fue nombrado
capitán general de Castilla la Nueva, desde donde pasó a gobernar del Consejo de Castilla, justo cuando la
situación del favorito Godoy empezaba a decrecer, perdido el favor real. Cesado
el 7 de octubre de 1798, pasó a ocupar plaza en el Consejo de Estado, y fue
enviado de cuartel a Pamplona.
En noviembre de 1807 fue nombrado
capitán general de Cataluña (sucesor en el cargo del Conde de Santa Clara), poco
antes de la invasión francesa. Cuando llega a su nuevo destino están ya acantonadas
las tropas francesas de Duhesme a las puertas de la ciudad. Se le nombró
Presidente de una Junta Suplente de Regencia que no llegó a reunirse. Su
negativa a jurar a José I Bonaparte le costó el arresto y el exilio a Francia,
permaneciendo en Montpellier de abril de 1809 hasta el mismo mes de 1814,
cuando fue liberado, al parecer por intercesión del propio Wellington.
Barcelona. Su puerto y castillo de Monjuic (año 1806) |
A
finales de mayo de 1814, cuando contaba 73 años, estaba de nuevo en Pamplona y
poco después viajó a Madrid donde recibió el nombramiento de virrey de Navarra.
Llegó a Pamplona el 1 de septiembre de 1814 y, un mes mas tarde, recibía el
nombramiento de capitán general del ejército, la más alta graduación militar
posible. Como virrey se ocupó de restaurar el funcionamiento de las
instituciones, seriamente afectadas por la ocupación francesa y también hizo frente a la sublevación de Espoz y
Mina y a otras de la época, como la del Triángulo.
En
1822 se le exigió trasladarse a Sevilla pero dada su avanzada edad y su mala
salud fue finalmente destinado a Valladolid. La restauración absolutista le
sorprendió en la casa de su hija en Santo Domingo de la Calzada, de camino
hacia la capital castellana. En julio de
1823 fue repuesto en el virreinato de Navarra y en noviembre de ese mismo
año fallecía en Pamplona, a los 82 años de edad.
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