sábado, 12 de marzo de 2022

El noble que no quiso pagar por su título y lo perdió. El marqués de San Jorge

 

Integrante de la élite criolla neogranadina. Ostentó honrosos cargos como el de Regidor del Cabildo de Santafé y el de Alférez Real. En 1772 recibió la concesión del título de Marqués de San Jorge, a cambio del pago de un oneroso tributo. Ùltimo heredero del mayorazgo de la Dehesa de Bogotá por herencia de su madre.


Miguel Lozano de Peralta y Caicedo, hijo del licenciado y doctor José Antonio Lozano de Peralta Varaéz, de condición hidalgo natural de Tarazona (Cuenca) casado en primeras nupcias con Francisca Bernarda Varáez Molinet y Suárez, y en segundas con María Josefa de Caicedo y Villacís, nació el 13 de diciembre de 1731 en Santafé (actual Colombia). Heredó una gran fortuna, la cual multiplicó considerablemente a través de exitosas actividades comerciales e inmobiliarias.

Su esposa María González Manrique de Frago y Bonis

*Su esposa era hija de Rosa del Frago y Bonis y del presidente de la Real Audiencia, Francisco González Manrique, oriundo de la villa de El Pedroso, en Nájera (La Rioja), y quien había sido antes capitán del regimiento de Córdoba y castellano en el castillo de San Luis de Bocachica en Cartagena de Indias (Colombia). Su padre ocupaba el cargo de Presidente de la Real Audiencia de Santafé en 1740 cuando se levantó la suspensión del virreinato de Nueva Granada y se nombró a Sebastián de Eslava como nuevo virrey. Al morir en 1747, Francisco González se había casado por segunda vez y, radicado en Santafé, se dedicaba al comercio de tabaco.

En 1775, sus posesiones en la sabana de Santafé de Bogotá abarcaban alrededor de veinte mil hectáreas, y en la ciudad era propietario de nueve casas y una curtiembre. Comerciaba con productos del Nuevo Mundo y de Castilla, y oficiaba como prestamista. Tuvo una destacada carrera política en la administración virreinal: regidor del cabildo de Santafé, alcalde ordinario de Santafé, alcalde de la Santa Hermandad, diputado de abastos de Santafé, mayordomo de propios y padre de menores. También ocupó el cargo Alférez Real, hasta 1768, responsable de pasear el estandarte real en actos públicos.

En 1767 hizo llegar al Consejo de Indias en España una Relación de Méritos y Circunstancias, con el propósito de obtener un título nobiliario. Años después, en 1771, el rey Carlos III autorizó, por R.C. de 21 de Noviembre de 1771, al virrey Pedro Messía de la Cerda para otorgar dos títulos de Castilla a quienes el virrey estimara cumplían con los requisitos de nobleza, rango y fortuna para ostentarlos. Uno de los escogidos fue Jorge Miguel Lozano, quien recibió el título de Marqués de San Jorge de Bogotá.

Escudo de Bogotá

Sin embargo, Lozano de Peralta sólo canceló a la Corona el valor del título (lanzas y medias annatas) por dos años. A causa de su deuda, la Real Audiencia le comunicó en 1775 que de no pagar los dineros atrasados sería despojado del título de Marqués y se removería de su casa el escudo de armas que lo acreditaba como noble. Miguel Lozano no pagó (se opuso a pagar lo establecido, pues consideraba que el título era un reconocimiento del monarca a sus méritos y servicios, y no debía estar condicionado al pago de compensación alguna) y perdió el título, aunque se siguió haciendo llamar “El Marqués de San Jorge” hasta el día de su muerte, ocurrida el 11 de agosto de 1793 en Cartagena de Indias, donde se encontraba en espera de que su situación fuera resuelta y así poder regresar a la capital del virreinato.

El impuesto de media annata gravaba los nombramientos, y su monto variaba dependiendo del título; se pagaba una sola vez. El derecho de lanzas –también conocido como pago del servicio de lanzas–, en cambio, se pagaba anualmente. Su nombre proviene de la obligación que tenían los grandes señores –la mayoría poseedores de títulos– de servir al rey con un determinado número de lanzas, dependiendo de sus rentas; una lanza equivalía a cinco hombres armados y entrenados para el combate.

Según la Fundación Cultural de la Nobleza Española, la tributación sobre los títulos y grandezas nobiliarias ha sido exclusiva de España. De hecho, señala que “lo que se arbitró como un medio para subvenir a unas necesidades perentorias de la Real Hacienda se perpetuó con el tiempo, hasta el punto de que en la actualidad se mantiene la tributación de las dignidades nobiliarias, únicamente al entrar en posesión de ellas, a través del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados”.

Colaboró con los comuneros en la Insurrección de 1781, por lo que fue arrestado por un tiempo.

Lo sobrevivieron su segunda esposa (casado con Magdalena Cabrera y Núñez de Orbegozo y *María Tadea González Manrique de Frago y Bonis) y varios de sus hijos, incluidos José María Lozano, segundo Marqués de San Jorge y habitante de la casa que hoy lleva por nombre dicho título nobiliario, y Jorge Tadeo Lozano,  su heredero más célebre, que es considerado como el primer presidente electo de Colombia.

Jorge Tadeo Lozano y González Manrique, vizconde de Pastrana (Santafé, 1771-1816) fue un noble y polímata neogranadino. Aportó en varios campos de las ciencias como la botánica y la química, además de sobresalir en su faceta política, llegando a ser clave en la guerra de Independencia de Colombia. Presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada de septiembre de 1811 hasta agosto de 1813. Fue ejecutado por orden de Pablo Morillo.

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