martes, 5 de enero de 2016

Heráldica Imaginaria. Escudos de Armas "atribuidos" a los Tres Reyes Magos


Dentro de la "heráldica imaginaria" se incluyen las armas que se atribuyen a personas, entidades o cosas, reales, míticas o imaginarias, que no las pudieron o pueden tener, o que si las tuvieron realmente se desconocen, o que por diferentes circunstancias ni las pudieron, ni las pueden asumir. 

Durante la Baja Edad Media se otorgaron algunos escudos de armas (Imaginarios) de personajes históricos, mitológicos y bíblicos que vivieron mucho antes de la aparición de la Heráldica, como es el caso de los Tres Reyes Magos*.

Reyes Magos, por Xon Delac

La Biblia menciona la presencia de los "Magos" en el Evangelio de San Mateo que, en su capítulo 2, versículos 1 al 12, y nos relata su aparición; el encuentro con Herodes, que los conminó a regresar tras haberlo visitado para darle cuentas del hecho; referenciando también la adoración que los Magos le hacen al niño Dios, al que le entregan oro, incienso y mirra.


El 23 de julio 1164 fue un día de gran importancia para Colonia (Alemania): De acuerdo con la “Crónica Real de Colonia”, escrita unos 50 años más tarde, el arzobispo Rainald von Dassel entró en la ciudad acompañado con el sonido de las campanas y los vítores de la población. El motivo: Traía las “supuestas” reliquias de los Reyes Magos "a Colonia para la gloria eterna de Alemania".





Este hecho convirtió a Colonia en un importante centro de peregrinación, lo que se tradujo en importantes beneficios para la ciudad y como resultado de ello, es por lo que, ya desde finales del siglo XV, aparecen tres coronas de oro en el Jefe de su escudo de armas.

Escudo de Armas, antiguo (1527), de Colonia
Escudo actual, de la ciudad de Colonia
Blasón: "Jefe en gules donde aparecen representadas tres coronas en oro de tres hojas, en campo de plata aparecen once llamas en sable (5:4:2)".

Las tres coronas representan al regalo del emperador Federico I Barbarroja, llamado Rotbar en alemán y Barbarossa en italiano, ya que este emperador conquistó el norte de Italia (como botín de la destrucción de Milán). El regalo del emperador para Colonia consistía en las supuestas reliquias que contenían a los tres Reyes Magos. Las once llamas, es debido a Úrsula y sus vírgenes, martirizadas en el siglo V d. C. en la ciudad cuando era asediada por los hunos.

Este escudo se remonta a 1475, cuando la ciudad se convirtió en Ciudad Libre Imperial. Colonia, junto a Lübeck fueron las fundadoras de la Liga Hanseática y los colores de la Hansa fueron el rojo y el blanco, por eso los esmaltes de los campos del escudo son en gules (rojo) y plata (blanco).

Reyes Magos por David Fernandes
 
Esto es curioso, pero ¿quién habría pensado que los Reyes Magos tenían escudos de armas? Pues sí, aunque sean atribuidas (imaginarias). He aquí las pruebas:

Armorial de Gelre

El Armorial de Gelre (en holandés:Wapenboek Guelders) es un armorial escrito entre el 1370 y el 1414. La mayoría de historiadores atribuyen la autoría al heraldo Claes Heinenszoon, llamado Gelre, que le da nombre. El libro muestra 1.755 escudos de armas en color de toda Europa. Actualmente está depositado en la Real Biblioteca de Bélgica.

Armorías de los Reyes Gaspar, Melchor y Baltasar, del Armorial de Gelre
 El Codex-Ingeram

También conocido como "Cotta Codex", según uno de sus anteriores propietarios, es un libro de heráldica del duque de Austria Albrecht VI., Fechado en 1459. Hoy en día, está en la posesión de la colección de armas del Museo de Historia del Arte en Viena.

Codex Ingeram
Libro de heráldica Wernigerode

El libro de heráldica Wernigerode (también conocido como Schaffhausen), se considera que es el libro mejor conservado de la heráldica del siglo XV, entre 1486 y 1492. En un principio consistía en dos volúmenes, el segundo de los cuales se perdió. Un tercer volumen con el índice de nombres incluidos en los volúmenes 1 y 2 está en préstamo permanente a la Universidad y Biblioteca Estatal de Halle, como depósito del Príncipe Stolberg-Wernigerode.

Libro de heráldica Wernigerode

Y, finalmente, también en el Libro de heráldica, el Codex Haggenberg

Hans Haggenberg vino al mundo en 1450 y entró en el servicio del Abad de St Gallen, Ulrich Rösch donde fue empleado por lo menos hasta 1488. Durante este período se creó la única obra con certeza que se le atribuye, el libro de heráldica, el Codex Haggenberg, (Codex 1084 de la biblioteca de la abadía St. Gallen). En el libro se describe a sí mismo como autor de la obra y ciudadano de St. Gallen.

Codex Haggenberg
Asignación a posteriori de escudos de armas

Uno se puede preguntar: ¿Cómo puede ser esto?, pues el período heráldico no comienza hasta el siglo XII. Sin embargo, durante la Edad Media y la Edad Media tardía también se otorgan escudos de armas de personajes históricos, mitológicos y bíblicos que vivieron mucho antes de este tiempo. En la edición de 1705 del Libro Siebmacher de heráldica hay escudos de de armas incluso de Adán, Alejandro Magno, Julio César, el rey Arturo y Carlomagno:


Algunos escudos de armas imaginarios

*Nota. Por su curiosidad, me permito aquí reproducir, en parte, la entrada del Dr. Rolf E. Sutter  en el “blog proheráldica" sobre este tema

Además de lo que ha sucedido en heráldica, ocurre lo mismo en la genealogía y, así, La literatura genealógica cuenta a menudo con orígenes míticos de un linaje con el plan común de legitimarlo o enaltecerlo. No son pocos los autores de tiempos pasados que han inventado ascendencias y entronques a los más grandes personajes de la historia del mundo ya revelando, por ejemplo, que los Castillos tienen un origen divino en San Cornelio Centurión (Espinosa de los Monteros); o los Peña, en uno de los tres Reyes Magos “y quien sabe si no en los tres” (Pardo de Guevara y Valdés); los Caamaño, en los reyes de Troya (Montells); los Saavedra, los Sotomayor y los Rivera descendían de Hércules (Pellicer de Tovar).
Acaso uno de los límites más sorprendentes de la adulación sea el de convertir al duque de Lerma en nada menos que el 121er nieto de Adán, añadiendo —acaso porque le parecía poca cosa al autor— que además lo era por línea ininterrumpida de varón (Pardo de Guevara y Valdés), y permitiéndole contar en su genealogía además a Matusalén, a Noé, a Eneas, etc. (Feros)

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