Lorenzo y Juan Ignacio del Río-Estrada y Olloqui

Hijosdalgos de Sevilla, que ocuparon importantes cargos en la Iglesia y el Ejército* Aparecen en la devolución de la Blanca de la Carne en Sevilla.

Sevilla, Torre del Oro (almohade)

Lorenzo Ignacio nació en Sevilla el 25 de agosto de 1720, era hijo de don Lorenzo del Río Estrada y Muñoz de Valbuena, alférez mayor de Sevilla (cargo que se había rematado en 80 ducados) e hijosdalgo notorio, natural de Sevilla, y de doña María Luisa de Olloqui Cabañas y Herrera, de la misma naturaleza. Sus padres obtuvieron en 1724, junto a los hijos, el exclusivo uso del privilegio de oratorio para nobles en la casa que tenían en la collación de San Pedro. Una hija tomará el apellido materno: doña María Antonia Olloqui Cabañas.

Don Lorenzo Ignacio, clérigo de menores órdenes, siguió la carrera eclesiástica ocupando importantes cargos y prebendas. El 1 de febrero de 1758 fue nombrado capellán mayor de los Reales Alcázares y el 14 de agoste de 1797, chantre; también ocupó una media ración en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.

Fue un erudito y destacado orador, lo que le valió para ser nombrado miembro de número de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, en la que ingresó el año 1751 con el discurso titulado Elogio del Señor San Isidoro. Como noble se le devolvió la Blanca de la Carne y perteneció a la Ilustre Hermandad de las Doncellas. Falleció en Sevilla el 26 de diciembre de 1806.

Sevilla era una ciudad de realengo, es decir, controlada por la Corona y no en manos de la nobleza

Su hermano mayor, don Juan-Ignacio del Río-Estrada y Olloqui Cabañas, se bautizó en la parroquia de San Pedro el 24 de enero de 1722, ocupó los más importantes cargos en el regimiento de la ciudad y en la carrera de la armas. Sería alférez mayor de Sevilla, como lo fue su padre, y caballero veinticuatro de la misma.

Destacó en la carrera las armas, ingresando como primer teniente de Reales Guardias Españolas, llego al alto oficio de teniente general. Le nombraron gentilhombre de Cámara de S.M., Ayo del Príncipe de Asturias don Fernando, y caballero de la Orden Militar de Santiago.

Como alférez mayor tenía la guardia y custodia de las llaves de la ciudad, así como el privilegio de tremolar el pendón de Sevilla en las proclamaciones de un nuevo rey, como hizo en tres ocasiones, con de Fernando VI, Carlos III y Carlos IV. En 1750 aparece como miembro de la Ilustre Hermandad de las Doncellas.


*Información extraída de XYZ ediciones, elaborada por Fernando De Artacho