viernes, 19 de enero de 2018

Baltasar Hidalgo de Cisneros y de la Torre. El “penúltimo" virrey del Río de la Plata


Marino y administrador colonial. Llegó al grado de almirante, se puede decir que fue el "último" virrey del Río de la Plata con poder efectivo sobre todo el virreinato, pero las revueltas civiles en Argentina, a las que se enfrentó con dureza, complicaron su estancia y en 1810, tras la "Revolución de Mayo" y la formación de una Junta de gobierno que deseaba prescindir del virrey, volvió a España. 


Retrato de Hidalgo de Cisneros (Museo Naval de Madrid)

Baltasar Hidalgo de Cisneros y de la Torre nació en Cartagena (Murcia) el 5 de enero de 1758, hijo del noble vasco (natural de Orrio en Vizcaya), acaudalado comerciante, teniente general de la Real Armada y Caballero de la Orden de Carlos III, Francisco Hidalgo de Cisneros y Seijas y de Manuela Magdalena de la Torre y Gofre, natural de Ceuta. Casó en 1744 con la cartagenera Inés Ana María de los Dolores de Gaztambide, y dos hijos de sus hijos, siguiendo la tradición familiar, sirvieron también en la marina.

Los Hidalgo de Cisneros procedían de una rama secundaria de la gran familia de los Cisneros y partiendo, pese a su nobleza, de una situación poco acomodada, en poco tiempo uno de sus miembros (Baltasar) alcanzó uno de los principales cargos de gobierno.


En 1770 ya era guardiamarina en la armada española y en 1772 se enrolaba en el San Rafael, siendo nombrado alférez al año siguiente. Recibió su bautismo de fuego, curiosamente, ante los ingleses en el Canal de la Mancha, en su servicio en la fragata Vencedor, en 1778, junto al general Luis de Córdoba. Como otros destacados marinos, como el almirante Escaño, también lucharía en las batallas acaecidas en Gran Bretaña, Francia y Argelia.


Fueron muchas las hazañas que dieron muestra de su capacidad militar. En 1780, comandando la balandra Flecha, apresó a dos buques ingleses corsarios, el Rodney y el Nimbre, capturando en 1781 desde la Santa Bárbara a otras cuatro naves inglesas. Durante la batalla de 1797 en el Cabo de San Vicente, al mando del navío san Pablo, contribuyó a salvar el Santísima Trinidad, buque insignia español comandado por el segundo de abordo Antonio Escaño.

Hidalgo de Cisneros y el Santísima Trinidad
El 21 de octubre de 1805 sucedió la famosa batalla de Trafalgar y el comandante Cisneros estaría  al mando del Santísima Trinidad (el barco mayor de toda la Armada y uno de los buques que la armada inglesa hundió tras un encarnizado enfrentamiento que dejó al comandante gravemente herido y sordo, siendo rescatado él y otros miembros de la tripulación por los propios ingleses). Tras este acto de heroísmo, que mereció la deferencia de los británicos, Cisneros sería ascendido a Teniente General. La de Trafalgar fue su última acción naval.

Tras un largo retiro en 1805 para recuperarse de sus heridas, en 1806 ingresa en la Real Orden de Carlos III y, en 1808, fue nombrado capitán general de Cartagena y, en 1809, la Junta Suprema de España e Indias, nombre oficial de la Junta de Sevilla, le nombró virrey en Buenos Aires, en el virreinato del Río de la Plata, en reemplazo de Santiago de Liniers (líder de la reconquista y defensa de Buenos Aires).

Llegó a Montevideo en julio de 1809 y fue aceptado por Francisco Javier de Elío en Montevideo. Encontró el caos en Buenos Aires e ideó la estratagema de indultar a Martín de Álzaga para tener una fuerza política de su lado. Pero no supo gobernar Buenos Aires, y se contradijo varias veces en dar libertad de comercio y quitarla, enemistándose con todos. El 25 de mayo de 1810 tuvo lugar la sublevación definitiva de los independentistas bonaerenses e Hidalgo de Cisneros renuncia y es embarcado con rumbo a Canarias. Francisco Javier de Elío, designado como su sucesor por el Consejo de Regencia, solo pudo ejercer su autoridad sobre algunos territorios, principalmente en la Gobernación de Montevideo.



Su actuación en Argentina fue reconocida y en 1812 fue designado vocal de la Junta Superior de la Armada, siendo nombrado en septiembre de 1818 ministro de la Marina y en diciembre del mismo año director general de la Armada, con orden que desempeñase en comisión la capitanía general de Cádiz y se encargase de los preparativos de la expedición hacia América que preparaba el conde de La Bisbal.

Sin embargo, en 1820 triunfó la revuelta de los constitucionales y Cisneros fue apresado y llevado al arsenal de la Carraca, permaneciendo en esa situación hasta que el Rey juró la Constitución de 1812. Prescindiendo de opiniones políticas, el gobierno reconoció sus méritos y le concedió los honores del consejo de Estado y, al restablecerse el gobierno absolutista de Fernando VII, se le asignó el cargo de capitán general del departamento de Cartagena en noviembre de 1823, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en junio de 1829.

Navío Santísima Trinidad


Navío construido en La Habana por Mateo Mullan bajo la dirección de Juan de la Colina Rasines, botado en el 1769, inicialmente se construyó como navío de tres puentes y 118 cañones, terminando después de tres reformas (1778, 1797, 1803) como navío de cuatro baterías corridas y 130/140 cañones. Fué el barco mas grande de su tiempo y uno de los mas hermosos, con sus 2.163 toneladas era muy sólido pero también se mostraba lento al navegar y siempre dió problemas. Terminó sus días en la batalla de Trafalgar, hundido por el temporal el 24 de Octubre de 1805, después de haber sido apresado por los ingleses.

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