Era políglota y hablaba a la perfección
francés, ingles e italiano y poseía una biblioteca copiosa y escogida. Fue Jefe
político de diferentes provincias, entre ellas La Coruña. Tuvo los cargos de
Secretario de la Gobernación del Reino y Cónsul de España en Liverpool y
Jerusalén. En su honor la Biblioteca Pública de Balmaseda lleva su nombre.
Enrique
Lorenzo de Vedia Gössens (o Goossens), de origen hidalgo, fue hijo del uruguayo
Lorenzo Antonio de Vedia y Ramallo, que pasó a Balmaseda (Vizcaya), lugar en
donde nació Enrique el 15 de octubre de 1802, por haber heredado los bienes
mayorazgos de su casa, y de Magdalena de Goossens y Ponce de León. Estudió en el Seminario de Bergara, donde
su vocación de escritor fue sin duda estimulada por los fermentos espirituales
de que era aún depositaria la vieja institución.
Llevado
por su tío Pedro Francisco Goossens y Ponce de León a Madrid, pudo asomarse a
la vida de las tertulias madrileñas y conocer literatos y personajes de
actualidad, tales como Antonio Alcalá Galiano y Ramón de Mesonero Romanos, con
quienes le unió una estrecha amistad. Liberal y partidario de la Constitución,
no creyó sin embargo oportuno afiliarse a ningún partido político.
Se alistó a las tropas del general
Morillo para luchar contra los Cien mil hijos de San Luis; pero luego de la capitulación arrojó las armas y
se retiró a su casa de Balmaseda. En su retiro de las Encartaciones, Vedia se
dedicó al estudio de la historia y a escribir versos. Respaldado por su tío,
consiguió plaza en el Ministerio de la Gobernación en el año 1833, y en el
siguiente pasó a Santander como secretario del Gobierno Civil.
De
1839 a 1840 lo vemos de Jefe político o
gobernador de Tarragona, pasando en este último año y con el mismo cargo a
la ciudad de Burgos, donde Teófilo
Gautier será agasajado por su "encantadora amabilidad" (palabras del
escritor francés, en su Voyage en Espagne). En 1844 lo tenemos de gobernador en
La Coruña, desde donde pasará a
Madrid con plaza en el Ministerio de la Gobernación. Era sub-director aquí
cuando en 1854, a raíz de la Vivalcarada, quedó cesante.
Puente medieval de Balmaseda |
Vedia
optó por retirarse definitivamente de la vida política, y aceptó su
nombramiento como cónsul de España en
Liverpool. Un último desplazamiento en 1863, esta vez como Cónsul General de España en Jerusalén
(Palestina), y poco después su fallecimiento desgraciado, a consecuencia de
una insolación. Vedia era hombre de fina sensibilidad, que gustaba de leer e
investigar el lado curioso de las cosas, y que, sobre eso, sabía escribir con
elegancia y corrección, tanto en prosa como en verso.
Obras
Dirigió los dos volúmenes de
Historiadores primitivos de Indias Madrid: Imprenta de Manuel Rivadeneyra,
1852-1853) de la Biblioteca de Autores Españoles (1877-1913), con ediciones de
crónicas y textos de Hernán Cortés (1485-1547), Pedro de Alvarado, Francisco
López de Gómara (1510-1541), Diego de Godoy (s. XVI), Gonzalo Fernández de
Oviedo (1478-1557), Álvar Núñez Cabeza de Vaca (s. XVI), Bernal Díaz del
Castillo (1492-¿1581?), Francisco de Xerez (s. XVI), Pedro Cieza de León
(1518-1554) y Agustín de Zarate (s. XVI). También tradujo y anotó, junto a
Pascual Gayangos, la Historia de la literatura española del hispanista George
Ticknor y compuso unas Memorias para la historia... de la villa de Balmaseda y
una Historia y descripción de la ciudad de la Coruña (1845).
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