Miguel Servet es uno de los hombres más
notables del siglo XVI. Arrestado, acusado de hereje por criticar el dogma de
la Santísima Trinidad y quemado en la hoguera en 1553 en Ginebra (Suiza), a los
42 años de edad.
Su libro "Restitución del Cristianismo" pasaría a la
posteridad por contener la primera exposición de la función de la circulación
pulmonar o menor.
Para la mayor parte de sus biógrafos Miguel Servet nació en Villanueva de Sigena (Huesca), aunque haya alguno que defienda que nació en Tudela (Navarra), en 1511. Su padre, Antón Serveto, era un infanzón y notario de las monjas del Real Monasterio de Sigena; su madre Catalina Conesa, descendía de la familia judeoconversa de los Zaporta. Tuvo dos hermanos: Pedro, quien continuó con la notaría paterna, y Juan, que fue ordenado sacerdote.
Árbol genealógic |
Monasterio de Sigena-Sala Capitular |
Miguel abandonó su pueblo para ampliar estudios en varios lugares de España y estudió derecho en la universidad de Toulouse, medicina en las universidades de París y Montpellier y teología en Leuven. Alrededor de 1540 empezó a mantener correspondencia con el teólogo protestante francés Calvino. Aparte de varias lenguas: castellano, italiano, alemán, francés, Servet dominó desde su juventud el latín, el griego y el hebreo. Nunca regresaría a España.
Mientras
cursaba estudios en Barcelona trabó amistad con el confesor de Carlos I fray
Juan de Quintana, quien le acogió a su servicio y viajó con él a Roma; en 1530 estuvo presente en la coronación del
emperador, Carlos V, celebrada en Bolonia. Seguidamente abandonó a su mentor y
se quedó en Europa viajando a diferentes ciudades (Lyon, Ginebra, Basilea),
donde polemizó con algunos líderes reformistas. A partir de entonces ya no
regresó más a España y desarrolló su actividad profesional principalmente en
Francia. A partir de 1540, practicó la medicina en Vienne (Francia), donde
ejerció como médico personal del arzobispo
Los pensamientos teológicos de Miguel
Servet fueron duramente criticados por los católicos y protestantes de su época. En su primera obra, Servet argumentó que el dogma
de la Trinidad carece de base bíblica, porque no se halla en las Escrituras,
sino que es fruto posterior de elucubraciones filosóficas. Basándose en
abundantes citas de la Biblia, Servet concluyó que Jesús era hombre en tanto
que nacido de mujer, por más que su nacimiento fuese milagroso. Mantuvo que el
Espíritu Santo no sería una tercera persona trinitaria, sino la manifestación del
espíritu de Dios tal como actúa en el mundo a través de los hombres.
Los
libros escritos por Servet le generaron gran enemistad y para evitar las
persecuciones de la Inquisición tuvo que
refugiarse en la clandestinidad donde según algunos biógrafos adoptó el
nombre Michel de Villeneuve, supuestamente originario de Tudela de Navarra. Se
fue a vivir a Lyon y allí fue la etapa más feliz de su vida porque conoció al
médico Symphorien Champier, quien le animó a volver a París para estudiar
Medicina. En París estudió junto a los grandes médicos de la época. Sin
embargo, pronto se encontró en dificultades, al dictar un curso de Astrología,
en el que defendía la influencia de las estrellas en los eventos futuros, lo
cual, junto con un opúsculo en el que describía el uso de jarabes para
administrar los remedios de la época, le enfrentó con la comunidad
universitaria.
Su libro, Restitución del Cristianismo,
fue de carácter fundamentalmente teológico. El concepto de cristianismo ahí expuesto es cercano al panteísmo.
Cristo está en todas las cosas. El mundo está lleno con él. Se mostraba también
contrario al bautismo de los niños, puesto que debe ser un acto maduro y
consciente.
Curiosamente el libro pasaría a la posteridad por contener la primera exposición de la función de la circulación pulmonar o menor: según Servet, La sangre es transmitida por la arteria pulmonar a la vena pulmonar por un paso prolongado a través de los pulmones, en cuyo curso se torna de color rojo y se libera de los vapores fuliginosos por el acto de la respiración. Gracias a la sangre, el alma podía estar diseminada por todo el cuerpo, pudiendo asumir así el hombre su condición divina. Por tanto, los descubrimientos relativos a la circulación de la sangre tenían un impulso más religioso que científico. De ahí que la descripción de la circulación pulmonar esté dentro de una obra de teología y no de una de fisiología. Este libro fue publicado anónimamente a principios de 1553, creando de nuevo un gran escándalo. La Inquisición de Lyon actuó y Servet fue detenido, interrogado y encarcelado en Vienne, cuando se supo que él era el autor de libro; sin embargo, logró evadirse y fue sentenciado a muerte in absentia, siendo quemado en efigie.
Miguel Servet y Calvino ante el tribunal de Ginebra |
Servet fue detenido en Ginebra (Suiza) en 1553 y juzgado por herejía. Durante el juicio, sostuvo diversos debates de carácter teológico. Servet escribió una última alegación en la que culpaba a Calvino de hacer acusaciones falsas de herejía contra él y solicitaba que también fuese detenido e interrogado como él. La sentencia dictada en su contra por el Consejo (Petit Conseil) de Ginebra dice:
Contra Miguel Servet porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir que Jesucristo es un hijo de David; y por decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes. Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.
El día de su ejecución (27-X-1553) pusieron sobre su cabeza una corona de pámpanos salpicada de azufre y a sus pies un ejemplar de su obra "La restitución del cristianismo". Tuvo una larga agonía y sus inquisidores calvinistas esparcieron al viento sus cenizas. En aquel lugar, conocido como "Campo del Verdugo" hay un monolito levantado por los habitantes de la ciudad en señal de desagravio.
Muchas gracias al blog por la buena información publicada, bendiciones.
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