Uno de los grandes marinos del siglo XVI que quedó un
tanto tapado a la alargada sombra de Don Alvaro de Bazán.
Héroe de la Gran Armada, también se distinguió en la construcción naval. Dio escolta a las flotas de Indias y consiguió recuperar, con buzos, un cargamento de oro hundido en el archipiélago de Madeira.
Héroe de la Gran Armada, también se distinguió en la construcción naval. Dio escolta a las flotas de Indias y consiguió recuperar, con buzos, un cargamento de oro hundido en el archipiélago de Madeira.
Juan Martinez de Recalde Larrinaga
nació en Bilbao, en torno a 1526, aunque era de ascendencia guipuzcoana, hijo
de Juan Martínez de Recalde, que trabajaba como “proveedor real de navíos”, al
servicio de Carlos V, sirviéndole como persona de su confianza en Bilbao; en
1553, cuando cayó enfermo, su hijo le reemplazó. Su madre fue Sancha de Larrinaga,
y contrajo nupcias con doña Isabel de Idíaquez e Idíaquez, sobrina de don Juan
de Idíaquez, secretario de Felipe II, y que fueron celebradas el día 8 de enero
de 1585
Genealogía de los Juan Martínez de Recalde, de Bilbao |
Recalde,
que figuraba en las actas del Concejo como hidalgo
en la villa de Bilbao, empezó muy joven dentro de la Escuadra de Vizcaya
encargada de la defensa del Cantábrico y que dio grandes glorias y servicios.
Entre sus trabajos estuvo la supervisión de la construcción de los barcos en
los astilleros cantábricos entre los que hubo ocho galeones reales que mandó
hacer en Bilbao "...por la experiencia que tengo de mi tierra, y por lo
que he visto de armadas y fabricas que en ella se han hecho". Escribió,
hacia 1584, una "Relación de las medidas que han de tener los mástiles y
vergas para los galeones de su mando"
Prueba de la hidalguía de Recalde |
Su
valía le hizo pasar a la escolta de la
Flota de las Indias con la que realizo tres viajes y gano gran fama al
salvar un galeón cargado de oro en al Isla de Madeira. Volviendo a mostrar su
buen hacer se le dio por Orden Real el mando
supremo de la Flota de Laredo compuesta por 45 buques de guerra y transportes.
Entre sus acciones en ese tiempo estuvo la escolta a Juan de la Cerda, hijo del Duque de Medinaceli, a los Países Bajos
como nuevo gobernador para relevar al Duque de Alba. También llevó a cabo el transporte
de un Tercio completo para reforzar la región, junto con el envío de dinero
para las pagas de los soldados en 1572.
No
tardaría Álvaro de Bazán en llamarlo
para la Batalla de las Terceiras
(Portugal), para reducirlas bajo la autoridad de Felipe II (1582), donde se
unirían los mejores marinos de su época como Pedro de Valdés, Miguel de Oquendo,
Alonso Martínez de Leyva, Martin de Bertendona, etc. Tras esta magnifica acción
de la flota española, Terminada la contienda con Portugal, el monarca se fijó
en él para ponerle al mando de ocho naos y cuatro pataches, en la que se
embarcaron 1.500 católicos, que deberían reconocer Irlanda y apoyar a los católicos
de la isla. La invasión a Inglaterra era
ya un secreto a voces y Recalde sería uno de sus protagonistas más importantes.
Recalde en una carta de baraja |
Tras
caer el mando de la operación de la “Grande y Felicísima Armada” sobre el Duque
de Medina-Sidonia, tras el fallecimiento de Álvaro de Bazán en 1588, fue Recalde el elegido como almirante de la flota. La
verdad es que poco pudo hacer ya que casi todas sus peticiones y decisiones se
vieron tumbadas por Medina-Sidonia y el bilbaino se vio abocado a los combates
mas complicados sin apenas apoyo. A principio de la invasión, en julio de 1588,
estando en la retaguardia de la flota se vio obligado a combatir contra varios
barcos ingleses al quedar aislado del resto. Su pericia le hizo salir vivo del
desigual combate, llegando a estar su barco solo frente a siete navíos
ingleses, pero con una gran pérdida de hombres y la inutilidad de los barcos de
su flota. Tras estos combates quedaría el San
Juan inservible y Recalde pasaría al galeón Santiago. También quedarla el Nuestra
Señora del Rosario de Valdés ingobernable y a la deriva siendo tomado por Francis
Drake horas después sin poder ofrecer defensa, siendo el mayor botín ingles de esa
jornada y la mancha de Valdés de por vida. El asturiano al no poder gobernar el
barco no podía luchar pero no tiró por la borda el dinero de las pagas,
cañones, pólvora, etc. lo que dio a Drake un magnifico botin.
Derrota de la "Armada Invencible" |
Pese
a todo, Recalde se mantuvo firme durante todo el peregrinaje por las costas
inglesas y escocesas. Hizo parada en Irlanda para reponer agua, a duras penas
ya que fueron atacados por los ingleses, y de ahí partió a La Coruña con graves
heridas y enfermo de fiebres. Fondeó lo que quedaba de su flota el 8 de octubre
y murió al poco (el 23 de octubre de 1588) enfermo y desconsolado, en el
convento de San Francisco, dejando constancia "por ver cuan de entre las
manos se nos ha ido una victoria tan gloriosa". Destacar que fue a petición
de Recalde que se moviesen a La Coruña 400 soldados veteranos que serian un
enorme refuerzo para defender la ciudad de la contra-armada inglesa en la
primavera siguiente.
La fama de Recalde excede a la de un
simple y aguerrido marino, pues consta que fue un gran técnico en materia de
construcción naval, habiendo él personalmente supervisado la construcción de
varios navíos en los astilleros de Vizcaya, Guipúzcoa y Cuatro Villas de la
Mar. A este respecto se le debe un Informe sobre la fábrica de naos en las
costas de Vizcaya, Guipúzcoa y Cuatro Villas el año de 1581, que obra en la Colección
Fernández de Navarrete, tomo XXIII, número 76. Además, una Relación de las
medidas que han de tener los mástiles y vergas para los galeones de la armada
de su mando, que data de 1584 y se halla en la Colección Sans, de Simancas,
artículo 4.°, números 748 y 749. Recalde fue caballero de la Orden de Santiago
en 1582.
Para saber más: LOS JUAN MARTÍNEZ DE RECALDE, DE BILBAO
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