viernes, 2 de junio de 2017

Bernardo Juan y Canicia. Padre del insigne marino y científico Jorge Juan


Cuando en 1673 nació en Alicante Bernardo Juan y Canicia, pocos podían presagiar que cien años después su hijo, el marino, Jorge (Gaspar) Juan y Santacilia, fallecería considerado como una de las figuras españolas más representativas del panorama científico español de la Ilustración.

Don Bernardo Juan, hijo de Cipriano Juan Pascual del Pobil y de Francisca Canicia. Su padre, quien andando el tiempo habría de ser abuelo paterno de Jorge Juan, fue el continuador de la rama principal de la familia, heredó la mayor parte de la hacienda familiar y obtuvo privilegio de nobleza en 1675. Su acomodada posición le permitió dividir su hacienda en dos diferentes vínculos que legó, según testamento otorgado varios años antes de su muerte, a los dos hijos mayores, asignando el principal a Bernardo y el otro, de menor entidad económica, a favor de Antonio. De modo que tras el fallecimiento de Cipriano, acaecido en diciembre de 1693, Bernardo Juan Canicia heredó un importante patrimonio en el que se incluía la rica heredad del Hondón de Novelda (Alicante), con más de 500 tahullas de tierra, así como la casa solariega de la familia situada en la plaza del Mar en Alicante, en cuyo entresuelo, según expresa disposición testamentaria del difunto Cipriano, tenía Bernardo la obligación de seguir acogiendo de por vida a sus otros dos hermanos, Antonio y Cipriano, así como a su tío Antonio, el deán. Este último moriría en 1696, dejando en manos de su sobrino Bernardo la posesión del vínculo de Fontcalent, una extensa propiedad situada en la partida alicantina del mismo nombre.


El linaje paterno de Bernardo, procedente al parecer de caballeros venidos con el rey Jaime I a la conquista de Valencia, se enorgullecía de mantener estrechos lazos de parentesco con los condes de Peñalba –los “Juan de Torres”– y de contar con ilustres antepasados como el humanista valenciano Honorato Juan, discípulo de Juan Luís Vives en Lovaina y preceptor de Felipe II y de su hijo Carlos. Siendo varias las ramas del apellido Juan que se establecieron en distintos puntos del reino, la familia del afamado marino era conocida en Alicante como la de los “Juan de Vergara”, denominación compuesta con la que durante siglos se distinguió a sus descendientes y cuyo origen se sitúa en Novelda en las postrimerías del siglo XVI, cuando el caballero ilicitano Antonio Juan, fiscal de Orihuela, oidor en el Real Consejo de Mallorca y comisionado para la averiguación de los bienes de moriscos, contrajo matrimonio con Isabel Vergara, hija del gobernador de Novelda.


Bernardo tomó el hábito de la Orden de Malta en 1686, siendo después Gran Cruz y Bailío de Caspe, Comendador de Torrente y Mirambel, defendiendo como capitán de artillería el castillo de Santa Bárbara de Alicante cuando fue sitiado por la escuadra angloholandesa durante la guerra de Sucesión. 
 
Castillo de Santa Bárbara (Alicante/siglo XVIII)
Bernardo casó en dos ocasiones, la primera con Doña Isabel Pascual del Pobil y Gisbert, hermana del Barón de Finestrat y, la segunda, con Doña Violante de Santacilia y Soler de Cornellá, XVIII Señora de Asprillas y viuda de Don Pedro de Ibarra y Paravicino, cuya boda se celebró en Elche, ciudad natal de la novia el 3 de mayo de 1711. Violante era la segunda de las cuatro hijas de Jorge Santacilia Agulló, señor de Asprillas, y de María Soler de Cornellá y Malla, miembros ambos de la más antigua nobleza ilicitana. De sus dos matrimonios tuvo ocho hijos, cinco del primero y tres en el segundo, naciendo de este último, con Violante, el célebre marino.

Linaje Juan
Linaje Santasilia
Jorge Juan fue el mayor de los tres hijos que tendría el caballero Bernardo Juan Canicia, miembro de la pequeña nobleza (hidalgos) alicantina, con Violante de Santacilia, descendiente, asimismo, de algunos de los más nobles y antiguos linajes ilicitanos. La familia tenía su residencia habitual en la casa solariega que los Juan poseían en la plaza del Mar de Alicante, junto al pórtico de Ansaldo, pero el alumbramiento se produjo en la hacienda paterna del Hondón, finca situada en término de Novelda, donde el matrimonio se encontraba aquel 5 de enero de 1713 por una serie de circunstancias.

Alicante, durante la Guerra de Sucesión (17011713), fue muchas veces escenario de duras confrontaciones bélicas, algunas tan próximas y feroces como aquellas en las que los contrincantes se repartieron el Castillo de Santa Bárbara, un fuerte casi inexpugnable en la cumbre del monte Benacantil, para unos, y la ciudad que se encontraba a sus pies, para los otros. Se comprende, por lo tanto, que Bernardo Juan Canicia, que vivía junto al Ayuntamiento, entre dos fuegos, cuando se entablaba el combate, aprovechara para irse grandes temporadas con su familia a cuidar su finca del Hondón en Novelda, convertida prácticamente en su segunda vivienda pero, sobre todo, en el refugio de los suyos. Por eso, no fue tan casual que Jorge Juan Santacilia naciera en Novelda, ciudad en la que muchos otros antepasados suyos vieron sus primeras luces, y no en Alicante. El mismo año que nació Jorge Juan Santacilia, el de la firma del Tratado de Utrech, la Reina María Luisa Gabriela de Saboya, que moriría un año después, dio a luz al Infante don Fernando, el que sería el futuro Rey Fernando VI.

Casa natal de Jorge Juan en el Hondón / Novelda (Alicante)
Bernardo Juan falleció en Alicante, el 16 de noviembre de 1715, cuando apenas se habían cumplido los cuatro años de matrimonio y se encontraba la esposa nuevamente embarazada del que sería su último hijo (al que pusieron por nombre Bernardo), cuatro días después de otorgar un apresurado testamento ante el escribano Francisco Hernández.

Su hijo póstumo Bernardo murió en julio de 1797 y en su testamento, otorgado dos años antes ante el escribano ilicitano Simón Oliver, nombraba como su heredero universal a su sobrino y cuñado Francisco de Paula Juan Ximénez de Urrea, a quien imponía la obligación de solicitar licencia real para formar vínculo con los bienes que le legaba, entre los que se incluía el señorío de Asprillas. Menos de cinco años después, en abril de 1802, moría también sin descendencia su sobrino y heredero extinguiéndose así, en los albores del siglo XIX, el linaje de los “Juan de Vergara”.

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