En México estuvo al frente de las obras
de la IgIesia del convento de Santo Domingo y, más tarde, como maestro mayor en
la catedral de Puebla. Después de realizar varios monumentos más en México, se
trasladó a América del Sur, donde trabajó en Quito y en las catedrales de Lima
y de Cuzco. En Perú realizó los planos de los fuertes del Callao y del palacio
de los virreyes en Lima.
Francisco
Becerra nació en Trujillo en torno a 1540. En el Informe de Limpieza de Sangre formalizado
en Trujillo, ante el licenciado de la Puerta, teniente de
corregidor de la ciudad, el 7 de mayo de 1573, necesario antes de trasladarse a América,
.declaró ser hijo de Alonso Becerra y de
Constanza Hernández y descendiente por
ambas líneas de “hidalgos notorios”. Estuvo casado con Juana González, hija
de Juan de Vergara, natural de Garciaz, y “cristiana vieja de padres e de
abuelos”, de la que no tuvo descendencia y con la que pasó a "las Indias" (en junio de 1573 se encuentra el
matrimonio en Sevilla, dispuesto, en calidad de criado del provisor Granero
Dávalos, a embarcarse en su séquito). Estando ya en América, tras
enviudar de su primera esposa, casó en segundas nupcias con la
joven María de la Parra, teniendo como única descendiente una hija. La saga de
notables arquitectos no se continuó por esta línea, pero parece ser que un
hermano de Francisco, de nombre Rodrigo, aparece vinculado a las últimas obras
que Becerra ejecuté para el Ayuntamiento trujillano.
El propio maestro nos dejó esbozado en
leves trazos su retrato físico: “soy hombre de mediana estatura y delgado y
poca barba y que tengo los dientes altos, delante los menos y la barba entre
rubia y morena”. Su carácter serio, con un toque de altivez, parece
desprenderse del interrogatorio de la Probanza de Lima, de 17 de junio de 1585, en la que rodeado
de una justa fama, optara al cargo de maestro mayor de las provincias de Perú,
cargo que no le fue concedido por el rey Felipe II.
Catedral de Lima, obra de Francisco Becerra |
Su
padre era un gran arquitecto, que destacó especialmente en Trujillo, su tierra
natal, a través de la arquitectura religiosa, influenciado por el estilo de
Sancho de Cabrera, con el cual realizó grandes obras. Según algunos, era nieto de Hernán González
de Lara, también arquitecto de reconocido prestigio que fue nombrado maestro
mayor de la Catedral de Toledo trabajando en compañía de Alonso de Casarrubias,
al cual sucedió en el cargo. La vocación artística del maestro trujillano le
venía pues “de su abolengo el ser gran maestro de cantería”, su padre y su
abuelo eran “tales e tan buenos ofyciales del dicho arte que heran tenidos por
los mejores ofyciales de cantería y que abía en la dicha cibdad y sus
comarcas”. En 1.553 cuando apenas contaba 13 años de edad, trabajaba en las
Iglesias trujillanas de Santa María la Mayor y de San Martín, bajo la dirección de Sancho Cabrera y en compañía de su
padre; quizás como consecuencia de su corta edad en las relaciones de libramiento
se le denominaba “el Mozo”.
En 1560 acompañó a su padre en la construcción de la iglesia
de Herguijuela. La labor de Becerra en Extremadura es bastante amplia, realizando
obras tanto de carácter religioso como civil. Entre las religiosas destacan la
Iglesia de Santo Domingo, de Trujillo, en la que intervino como maestro de
obra, por primera vez, junto a su padre; no obstante, más allá de este legado
familiar, fue Alonso Berruguete quien
influyó en su estilo, como queda de manifiesto en la iglesia de San
Bartolomé (Herguijuela), situada en la comarca de Trujillo
La
primera etapa americana de este arquitecto comienza en 1575, año en que se puso
al frente de las obras de la iglesia del Convento de Santo Domingo, ubicado en
la capital de México. Dos años después ya ostentaba el rango de maestro mayor
al frente de las obras de la catedral de
Puebla de los Ángeles, uno de los edificios más considerables que diseñó
durante su estancia en el virreinato, la más importante después de la de ciudad de México. Esta etapa se vio enriquecida con
proyectos tan significativos como los conventos de San Agustín y de San
Francisco, edificados en Ciudad de México; los conventos de Cuauhtinchan y de
Totimehuacán, llevados a término en Puebla; la portada de la iglesia del
convento de Tepoztlán, y un bello templo en Cuernavaca.
Catedral de Puebla |
Desde
1581, el arquitecto extremeño trabajó en el Virreinato de Nueva Granada. Sus
creaciones más celebradas en Quito, en donde estuvo dos años, fueron las iglesias/conventos de Santo Domingo y de
San Agustín. En 1582, Becerra se trasladó a Lima –La ciudad de los Reyes–, donde se puso al servicio del
virrey del Perú, Martín Enríquez de Almansa. Además de diseñar los fuertes
del Callao y el palacio virreinal limeño, Becerra
trazó, en 1598, ya con el virrey Luis de Velasco, los planos de las catedrales
de Lima y de Cuzco, idénticas en su estructura y caracterizadas por la
presencia de pilares cruciformes como elementos de separación de las naves. En
el caso del templo cuzqueño, se da la circunstancia de que sus obras fueron
suspendidas en 1601. Posteriormente, Bartolomé de Carrión fue nombrado maestro
mayor, e incluyó algunas variaciones en los planos que finalmente guiaron la
construcción hasta 1654. A juicio de los estudiosos, el modelo de las
catedrales de Cuzco y Lima fue la catedral
renacentista de Jaén, ideada por Andrés de Vandelvira y terminada por
Alonso Barba, peculiar por su planta rectangular con cabecera plana.
Entre
otros proyectos Becerra realiza en Lima el del Hospital de Santa Ana que no se
llevaría a cabo, y que desarrolló el esquema en cruz de los modelos hispanos de
finales del siglo XV, que definió la mayor parte de las construcciones
hospitalarias de la ciudad limeña.
Como consecuencia de un fuerte seísmo
ocurrido en Lima, que afectó a la ciudad en 1586 destruyendo numerosos edificios,
Becerra realizó trabajos de derribo y restauración en las zonas dañadas, como
es el caso del Palacio de los Virreyes o la construcción de inmuebles de nueva
planta, como las Casas Reales. Las obras que se realizan en el Palacio de los
Virreyes comienzan en 1587 por mandato del virrey, en la fachada se advierten
elementos propios del estilo artístico del celebre arquitecto trujillano, como
columnas jónicas que flanquean la gran puerta adintelada de acceso, que Becerra
dispuso al estilo del Palacio de Gonzalo de las Casas en su ciudad natal, o el
frontón triangular que sustentaba las columnas sobre el entablamento. Falleció en Lima en 1601.
Palacio de Juan Pizarro Orellana, obra de los arquitectos Alonso y
Francisco Becerra, construida en la segunda mitad del siglo XVI a
iniciativa del que fuera primer corregidor de la ciudad de Cuzco, Juan
Pizarro Orellana
Carmelo Solís Rodríguez dice de él este
elogio: “Ningún apellido tan ligado al arte de la cantería como el de la
familia Becerra, uno de cuyos vástagos,Francisco, dejó muestras de su buen
hacer no sólo en su ciudad natal sino especialmente en América”. La pluma de
Llaguno escribió de Francisco Becerra: “fue el mejor arquitecto que pasó a la
América en el buen tiempo de la arquitectura española”.
Muy interesante. Lo encontré mientras buscaba información sobre Francisco Becerra, ya que al parecer también fue obra suya el templo parroquial de mi pueblo Orellana la Vieja. Muchas gracias por su publicacion
ResponderEliminarGracias. Me alegro que le haya parecido interesante.
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