Participó en las conquistas de las
islas Canarias de La Palma y Tenerife, así como en expediciones a las costas de
Berbería y al Nuevo Mundo. Tuvo los títulos de segundo Adelantado de Canarias y
primero de Santa Marta, así como los cargos de gobernador, justicia mayor y
capitán general de Santa Marta.
Nacido en Sevilla hacia
1475, era hijo primogénito —o segundo según otros— del también conquistador,
hidalgo y primer Adelantado de Canarias Alonso Fernández de Lugo, y de su
primera esposa Violante de Valdés y de Gallinato. Tuvo de hermanos a Fernando y
a Beatriz, y de medio hermanas a Luisa y Constanza de Lugo, hijas de la tercera
esposa de su padre Juana de Massiéres.
Pasó su infancia en la
ciudad de Sevilla, hasta que en 1484 se trasladó junto a su madre y su hermano
a la isla de Gran Canaria, que acababa de ser incorporada a la Corona de
Castilla y en cuya conquista había participado su padre. Una vez en la isla se
instaló junto a su familia en la heredad que Alonso de Lugo había adquirido en
repartimiento en el fértil valle de Agaete.
Se casó hacia 1502 con Inés
de Herrera y Ayala, hija de los señores de La Gomera y El Hierro Hernán Peraza (muerto por sus subditos en 1488) y la famosa Beatriz
de Bobadilla (con la que se casó su padre), teniendo de hijos a Alonso Luis
Fernández de Lugo, tercer Adelantado de Canarias, y a Beatriz de Ayala, que
casó con el VII señor de Fuentes Álvaro de Fuentes y Guzmán. Pedro falleció el
15 de octubre de 1536 en Santa Marta (Colombia).
A su llegada a Gran Canaria,
en la penúltima década del siglo XV, niño aún, no habían acabado las emboscadas
e incursiones de los últimos grupos de indígenas refugiados en las montañas de
la Isla. Pocos años después, en 1493, muerta ya la madre, don Alonso Fernández
de Lugo emprende la conquista de La Palma, y Pedro se une a su padre como
soldado en la conquista de la isla, y en 1494 le acompaña también durante su
desastrosa primera entrada a Tenerife como peón de la compañía de Juan II (o Ibone)
de Armas. Durante este primer intento conquistador, los castellanos son
completamente derrotados por los guanches en la célebre matanza de Acentejo.
Retirados a Gran Canaria, Pedro es
entregado junto a su hermano Fernando como garantía por su padre a la señora de
Lanzarote y Fuerteventura Inés Peraza de las Casas, viuda de Diego García
de Herrera, para recabar así su colaboración económica para sufragar un segundo
desembarco.
Terminada definitivamente la
conquista de Tenerife en 1496, Pedro recibió extensas tierras en las islas de
La Palma y Tenerife en repartimiento, y en 1497 la reina Isabel la Católica le
nombró paje suyo como una de las tantas recompensas dadas por los reyes a su
padre Alonso de Lugo.
En 1509 Pedro recibe de su
padre, con el que había tenido ciertas desavenencias, el cargo de capitán
general de las costas de África, que le había sido concedido al primer
Adelantado por los Reyes Católicos en 1499, así como la tenencia «de
todas las torres y lugares que se hicieren o ganaren», con lo que protagonizará varias expediciones marítimas contras naves berberiscas y francesas enemigas de la Corona de Castilla, y se dedicará
activamente a organizar entradas a Berbería en busca de esclavos y botín, como
ya venía haciendo junto a su padre desde 1497.
En 1515, don Alonso Fernández de Lugo fundó mayorazgo a favor de su hijo don Pedro; en 1519 solicitó la sucesión a su favor del título de Adelantado y el gobierno de Tenerife y La Palma, y en 1523, su padre, que había conseguido de la Corona la sucesión a favor de Pedro del título de Adelantado unos años antes, le cedió el gobierno de la isla de La Palma. A la muerte de Alonso de Lugo en 1525, Pedro fue nombrado gobernador y justicia mayor también de Tenerife.
Pedro intentó suprimir el oficio de Síndico personero de Tenerife, que era elegido por los vecinos, lo que no consiguió el segundo Adelantado. Los gobernadores que le sucedieron y los propios regidores continúan pidiéndolo insistentemente a los reyes, hasta que, en 1710, lo lograron.
Su gobierno estuvo lleno de
controversias, sufriendo hasta tres juicios de residencia por parte de la
Corona. Sostuvo pleitos por motivos económicos con su madrastra Juana de
Massiéres, su medio hermana Luisa de Lugo y el marido de esta Juan Pérez de
Cabrera, gobernador y capitán general de Honduras; fue el responsable de la
ejecución del caballero sevillano Pedro Hernández de Alfaro, marido de la viuda
de su tío Francisco de Lugo Leonor Pereira de Lugo.
Hacia 1530 Pedro, que pasaba apuros económicos, pide al rey Carlos V le autorice para explorar y conquistar el territorio del Río de la Plata, atraído por las historias de riquezas que circulaban en esa época difundidas por los hombres de las expediciones de Sebastián Caboto y Diego García de Moguer. Las negociaciones entre Lugo y la Corona se dilataron, y finalmente se le concedió esta merced a Pedro de Mendoza en 1534. Lugo solicita entonces la conquista y gobernación de la provincia de Santa Marta y la autorización para explorar el río Magdalena, atraído esta vez por las noticias que le había contado un soldado del conquistador Rodrigo de Bastidas que se hallaba entonces en Tenerife. La Corona le concede lo solicitado, firmándose la capitulación el 22 de enero de 1535.
Entre los 1.200 hombres que
llevaba estaban su propio hijo Alonso Luis de Lugo, con cargo de capitán, así
como otros parientes y personajes destacados de la isla de Tenerife. También
iba, como lugarteniente o teniente de gobernador, Gonzalo Jiménez de Quesada. Uno
de los capitanes más destacados en la expedición fue Lázaro Fonte, hijo del
mercader catalán Rafael Font, que fue primero regidor de Cádiz y luego de
Tenerife.
Establecido en su cargo,
Pedro envía dos expediciones. Una dirigida por su lugarteniente Jiménez de
Quesada para que remontara el río Magdalena y que daría lugar a la fundación de
Santa Fe de Bogotá, y otra capitaneada por su hijo al frente de cuatrocientos
hombres para que se internara en Sierra Nevada, de donde regresó Alonso Luis
con un gran botín en joyas y oro que tomaron de los indígenas. Alonso Luis se
adueña del tesoro y huye a Tenerife, abandonando a su padre que inicia un
proceso contra él, aunque muere al cabo de pocos meses. Fallece en Santa Marta, en 1536.
Nota: La figura del gobernador Pedro
Fernández de Lugo, segundo Adelantado de las Islas Canarias, ha quedado
eclipsada en la historiografía canaria e indiana por la de su padre, Alonso
Fernández de Lugo, conquistador y gobernador de La Palma y Tenerife, cuya
longevidad obligó a su hijo primogénito a mantener un papel relativamente
secundario en la repoblación de estas dos Islas.
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