martes, 20 de octubre de 2020

Rodrigo Caballero Illanes. Intendente del ejército. Promotor de obras públicas



Militar y político, miembro del Real Consejo del Supremo de la Guerra de Felipe V. A él se debe el diseño del proyecto de la Nueva Superintendencia General de las Rentas, germen del sistema de Intendencias. Es conocido por impulsar la construcción de la Alameda de Valencia, y de la Plaza Mayor de Salamanca al tiempo que fue intendente general de Castilla en dicha ciudad.

Rodrigo Caballero Illanes (y Llanes) nació en el seno de una familia hidalga por ambas líneas en Valverde del Camino (Huelva), el 5 de agosto de1663, siendo sus padres Juan Caballero Hidalgo, nacido en Valverde del Camino, y María Illanes González, del mismo origen. Fue nombrado Caballero de la Orden de Santiago en 1709,

Medallón con la efigie de Rodrigo Caballero

El 24 de noviembre de 1687 casó en Chiclana de la Frontera (Cádiz) con Agustina Josefa Enríquez de Guzmán y Pinto, hija del capitán Sebastián Enríquez de Guzmán y de Guiomar Pinto-Suárez y Blandón, y nieta del capitán Vicente Enríquez del Castillo y de Mayor de Guzmán y Perea, con quien tuvo numerosa descendencia.

Tras realizar estudios de Derecho, en 1684 fue recibido como abogado de los Reales Consejos, punto de arranque de toda una vida dedicada a la Administración pública. Desde 1686 ejerció como corregidor y capitán de guerra de las villas de Chiclana y Conil de la Frontera y, al mismo tiempo, de superintendente de Millones y demás rentas reales de la circunscripción del obispado de Cádiz. Allí adquirió sus primeras experiencias administrativas en los ámbitos financiero y judicial, que le fueron reconocidas al ser designado alcalde mayor de Úbeda por nombramiento del Consejo (1689). De nuevo su eficaz labor en la administración de rentas reales fue apreciada por el Consejo de Castilla al cumplir un año después el tiempo para el que había sido nombrado. Parece que todos estos servicios y su indudable competencia le permitieron obtener el corregimiento de Guadalajara.

Escudo de Armas de Caballero Illanes
Fundador y primer Hermano Mayor de la Maestranza de Caballeria de Lora del Rio (1691). Tras la muerte de Carlos II y el advenimiento al trono de Felipe V, Caballero se adhirió a la causa de la nueva dinastía borbónica que luchaba por afirmarse en España, logrando obtener en la nueva Administración puestos importantes, como el de alcalde de la Audiencia de grados de Sevilla y luego de gobernador de la sala del crimen de la Chancillería de Valencia (1708).

A Caballero le fue encomendada la intendencia del ejército y reino de Valencia (diciembre de 1711), de gran importancia en la guerra de Sucesión, cuando aún no había sido conquistada Cataluña y la implantación del régimen administrativo y económico de Castilla en aquel territorio foral atravesaba grandes dificultades. El problema de la seguridad de los pagos y la intendencia militar fueron cuestiones prioritarias para él en aquellos momentos, junto con el robustecimiento de la autoridad real en un territorio que hasta hacía poco había sido hostil a las armas de Felipe V.

Su labor a favor de las obras públicas y su defensa a ultranza de las prerrogativas de la Real Hacienda fueron otros aspectos destacados de su gestión. Un nuevo reconocimiento a su labor lo obtuvo al ser nombrado miembro del Consejo de Guerra en 1714. Como Intendente de la ciudad de Valencia promovió la que se ha  considerado primera obra pública de los Borbones, la renovación del Paseo de la Alameda, convertida en paseo público. En 1715, el Intendente mandó construir y costeó la construcción, junto al paseo de la Alameda, de una ermita en honor de Nuestra Sra. De la Soledad.

La Alameda de Valencia

Es poco conocido el conflicto surgido en el año 1717  entre la Cartuja de Ara Christi y Don Rodrigo Caballero, por el decomiso de un carro cargado de sal de contrabando, que llevó a la excomunión de aquel noble, hombre de confianza en los gobiernos de Felipe V, conflicto resuelto dos años más tarde.
 
Reformado por Patiño el cuerpo de intendentes en 1718, Caballero fue confirmado como tal, recibió su despacho y fue nombrado intendente del ejército y principado de Cataluña (agosto de 1718). Allí su mandato no puede ser calificado de popular, dada la necesidad en que se halló de tomar medidas drásticas para colaborar con Patiño en la preparación de las expediciones militares a Cerdeña y Sicilia, como consecuencia de la política reivindicativa de la Corona española en tierras italianas. También, la aplicación del nuevo régimen fiscal creó las consiguientes tensiones.

Tras dos años en Cataluña, fue nombrado intendente del ejército y reino de Galicia, además de corregidor de las ciudades de La Coruña y Betanzos (junio de 1720). La necesidad de fortificar las costas gallegas ante posibles ataques ingleses, y su reconocido impulso de las obras públicas, parece que justificaron aquel cambio de destino. La consolidación del castillo de San Antón, la construcción de caminos, reforma de calles, la construcción del acueducto de San Pedro de Visma y la propuesta de establecimiento en Galicia de una compañía de comercio con las Indias son pruebas de su actividad en aquella región.

Una vez más hubo de cambiar de destino al ser nombrado intendente del ejército y reino de Castilla y corregidor de la ciudad de Salamanca (1726 a 1732). Allí dejó huella importante como patrocinador y artífice de la Plaza Mayor de esta ciudad, supervisando directamente la ejecución del proyecto de Churriguera.

La construcción de una de las obras señeras del barroco español: la Plaza Mayor de Salamanca. Considerado un ilustrado, no solo decidió  la construcción de la plaza en 1729, sino que redactó el reglamento por el que se había de construir y dictó su programa iconográfico, concibiendo un conjunto donde se ensalzara la historia de España y las glorias de la ciencia española.

Placa conmemorativa. Plaza Mayor de Salamanca
A punto de cumplir los sesenta y nueve años, aún fue nombrado intendente del ejército y reino de Andalucía y asistente de Sevilla (junio de 1732). Tres años después es apartado de este cargo y se le encomiendan en Cádiz gestiones menores en el ámbito militar es llamado a Madrid, donde es nombrado consejero de capa y espada del Consejo de Guerra (1737), honroso retiro en el que le llegó la muerte el 11 de agosto de 1740.
 

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