martes, 6 de abril de 2021

Pedro López de Ayala. Poeta, historiador y canciller del Reino de Castilla


Político y diplomático que se inicia en el turbulento reinado castellano de Pedro I el Cruel; su estrella no declina hasta la muerte, poco después de la del rey Enrique III.

Como poeta, historiador y moralista, sus escritos son justamente reputados como obra maestra de la literatura castellana. Sus dos grandes obras literarias son las Crónicas y el Rimado de Palacio; de menor importancia son el Libro de Cetrería o de la caza de las aves, algunas poesías y varias traducciones de autores italianos.

Armas de los Ayala
Nació en la ciudad de Vitoria, en 1332, año del histórico pacto de Álava con Alfonso XI*. Era hijo del hijosdalgo Fernán I Pérez de Ayala, señor de Ayala, y de Elvira Álvarez de Cevallos, hija de don Gutiérrez de Ceballos y de doña Juana García Carrillo. Casó con Leonor de Guzmán, que era hija de Pedro Suárez de Toledo y de María Ramírez de Guzmán, con quien tuvo varios hijos. Perteneciente al linaje de los Ayala de la tierra del mismo nombre, fue la figura más destacada de este linaje. Del cardenal Pedro Gómez Barroso, familiar suyo, debió de recibir la educación moral y religiosa que caracteriza su obra; sin embargo, pasó su juventud entretenido en lecturas más profanas, en especial libros de caballerías  

*Entre las primeras actuaciones de Fernán Pérez de Ayala destaca su participación en el Pacto de Arriaga o "Voluntaria Entrega" el 2 de abril de 1332, reunión de "todos los fijosdalgo et labradores de Álava" con el rey Alfonso XI para disolverse como Cofradía de Álava y ceder su territorio a la Corona de Castilla. Poco después Enrique II le nombró Alcalde Mayor de Vitoria y Merino de Álava, a pesar de haber nacido en Toledo y, por tanto, contradiciendo el Fuero, que decía que los alcaldes elegidos deberían ser "fijosdalgo naturales de Álava".

A los 21 años (1353) entra al servicio de Pedro I como doncel; seis años después, en 1359, le vemos ya como capitán de la flota castellana que saquea los puertos de Valencia y Cataluña, y después como alguacil mayor de Toledo. Durante las luchas de Pedro I y su hermano natural Enrique de Trastámara, Fernán I y su hijo Pero ocupan en todo momento un lugar destacado.

Menéndez Pelayo popularizó una frase que aparece en la Crónica del Rey Don Pedro y citó incorrectamente como cínica explicación dada por el futuro Canciller al desertar juntamente con su padre de las filas de Pedro I; según él, los Ayala fueron los primeros en cambiar de casaca, considerando "que los fechos de Don Pedro no iban de buena guisa y determinaron partirse de él, con acuerdo de no volver más".

Armas de kis Atyala: "en campo de plata dos lobos pasantes de sable puestos en palo y bordura de gules con ocho sotueres de oro".

Más ni Don Pero ni Don Fernán se cuentan aún entre los que abandonan al rey vencido. Será tan solo mucho después, cuando habiendo huido Don Pedro a Francia, es proclamado casi unánimemente Enrique de Trastámara como rey de Castilla; los Ayala entonces se ponen a su servicio, y le servirán con entera lealtad. Al servicio del rey Enrique, lucha D. Pero en la sangrienta batalla de Nájera, el 13 de abril de 1367, contra las tropas del Príncipe Negro. Hecho prisionero durante seis meses, sólo es liberado cuando su familia paga por él un cuantioso rescate. En el reparto de mercedes enriqueñas le corresponden, Arciniega y Orozco, valles que vienen a redondear sus dominios ayaleses. En 1375 sucede a su padre en el señorío. Dos años antes, era nombrado alcalde mayor y merino de Vitoria que acababa de pasar del dominio del monarca navarro al castellano.

En su ciudad natal se acreditó como hábil gobernante, tanto que en 1375 era nombrado alcalde mayor de Toledo, uno de los puestos mas codiciados de la época. Ganada una sólida reputación de político sagaz, es elevado seguidamente al Consejo de Castilla y enviado como embajador de este reino ante el de Aragón, donde soluciona a satisfacción de todos las últimas rencillas pendientes. El nuevo monarca de Castilla, Juan I, confirma en su gracia al señor de Ayala, el cual es designado embajador cerca del rey francés Carlos VI, a quien aconseja tan certeramente en la batalla de Rosebeck, habida contra los ingleses, que en 1382 es nombrado camarero del Rey de Francia, se le asigna una pensión anual de 1.000 francos oro, y se crea una amistad que ha de servirle eficazmente poco después.

Batalla de Aljubarrota
Regresa a la Corte de Juan I cuando éste comienza su guerra contra los portugueses, y, contra el expreso consejo de Ayala, entabla batalla el 15 de agosto de 1385, en los campos de Aljubarrota, donde sus tropas son derrotadas y a duras penas salva la vida el propio monarca; su cronista volvió a ser hecho prisionero, como él mismo dice: "cubierto de heridas y quebrados dientes y muelas". Durante quince meses permaneció encerrado en una jaula de hierro del castillo de Oviedes y allí escribió el Rimado de Palacio y alguna otra de sus obras. Fue liberado mediante 30.000 doblas de oro, que fueron aportadas por su esposa, los reyes de Castilla y Francia, y algún otro amigo poderoso. A su regreso el rey lo designó Copero y Camarero Mayor.

Rimado de Palacio
A los 56 años, con una gran experiencia humana, se le nombra como embajador de la Corte de Castilla en las conversaciones que tienen lugar en la casa de Lancaster, representante de los derechos que correspondían a los descendientes de Pedro I el Cruel. A él principalmente fue debido el acuerdo final de 1388. Dos años después muere Juan I y las Cortes reunidas le llaman para formar parte del Consejo de Regencia de la minoría de edad del nuevo rey, Enrique III, contribuyendo a la firma, en 1392, de la tregua que pondría fin a la larga guerra con Portugal. A la mayoría de edad de Enrique III, se retira Ayala a las sosegadas tierras ayaleses donde funda la capilla de Nuestra Señora del Cabello de Quejana.

En el año 1398, a los 66 años de edad, es designado Canciller Mayor del Reino, supremo galardón que corona sus servicios a cuatro monarcas sucesivos, mientras sus dos hijos son designados, uno merino mayor de Gipuzkoa y otro alcalde mayor de Toledo. Verá morir a Enrique III en el año 1406 y es en el año siguiente, el 16 de abril de 1407, cuando, casi repentinamente, fallece en Calahorra, a los 75 años de edad. Yace enterrado en Quejana (Álava), al lado de su esposa, Leonor de Guzmán.

Sepulcro de alabastro de los esposos Pedro y Leonor
Obra literaria

 Al Canciller de Ayala se le recuerda sobre todo por su obra en verso, aunque también fue autor de muchos libros en prosa. Su obra más importante es el Libro rimado de palacio, un extenso poema de temas variados, que le incluye dentro del mester de clerecía. Bajo este nombre se conoce a una serie de autores medievales caracterizados por su amplia cultura, y por escribir obras de tono y métrica diferentes a las que cantaba el pueblo llano, que pertenecen al llamado mester de juglaría.    Para saber más

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