miércoles, 4 de diciembre de 2019

Martín Fernández Cerón. Veinticuatro y Señor de la Torre de Guadiamar


Señor de Merlina, vasallo del Rey, Señor de Castilleja de Talhara, Alcalde mayor de Sevilla, Alcaide de sus Alcázares y tenedor de las Atarazanas reales, tutor de Enrique de Guzmán, conde de Niebla, Señor de la Torre de Guadiamar.


Hijo de Domingo Cerón, segundón de una familia hidalga de Baeza* (Jaén) encuadrada de lleno en esa pequeña nobleza que hizo de la frontera y de la ocupación de cargos municipales su género de vida, es el primer Cerón que se establece en Sevilla. Al final de su vida, su trayectoria era verdaderamente espectacular: veinticuatro, mayordomo procurador, fiel ejecutor y alcalde mayor de la ciudad; vasallo del rey y alcaide de sus Alcázares y Atarazanas, señor de Merlina y de la Torre de Guadiamar, e incluso, según alguna fuente, caballero de Santiago.

*Ruy Díaz de Cerón fue regidor en Baeza en el año 1411, hijo de Diego Cerón y Mayor Alonso Navarrete, casó con Catalina Ramirez Fuenmayor.

Sin embargo, las primeras noticias que se disponen de él, le presentan en actividades de otro género: en 1384 hay un mandamiento en la ciudad de Sevilla a Pedro Jiménez para que entregue 20.000 maravedíes a Martín Fernández Cerón a cuenta de lo que la ciudad le debía de las monedas que recaudaba por el rey ese año Ya en 1387, en febrero, hace de hombre de paja de Alonso Fernández Marmolejo (casado con Juana de Horta) en la compra del lugar fronterizo de Hornos y poco después, en septiembre de 1389, declara que esa adquisición la había hecho para el mencionado caballero, En 1391 era ya veinticuatro de Sevilla; en 1392-93 fue mayordomo de la ciudad, y antes de 1396 alcanzó la alcaidía de sus Alcázares y Atarazanas, ya que ese año se encargó, como tal, de construir una poderosa armada con la que el almirante Diego Hurtado de Mendoza corrió las costas portuguesas a fines del verano. En 1400 era procurador del concejo en la corte.

No se sabe desde qué fecha tenía la alcaldía mayor, pero en 1402 Enrique III le destituyó de la misma durante su segunda visita a Sevilla, por lo que hubo de  adquirirla antes. No la ejerció mientras vivió el rey y el cabildo permaneció suspendido en sus funciones, pero en 1407 volvió a ella y en 1408 era, además, fiel ejecutor. Ese mismo año fundó mayorazgo, el 17 de agosto, en Sanlúcar de Barrameda y ante Cristóbal Sánchez de Villacis, de las casas de su morada en la collación de La Magdalena y de la Torre de Guadiamar.

El señorío se mantuvo en la familia Cerón durante ocho generaciones, hasta que fue integrado en las posesiones de la familia Sousa, descendientes del noble portugués Hernán Armijo de Sousa, quienes fueron sus nuevos señores, titulándose vizcondes de la Torre de Guadiamar, y cuyo último señor fue Pedro Isidro de Sousa de Portugal y Guzmán, quién dejó de serlo en 1830 por la disolución de los señoríos por parte de las Cortes de Cádiz.

Casó Martín Fernández Cerón con Leonor Sánchez de Mendoza, hija del alcalde mayor Fernando Díaz de Mendoza y de doña Sancha Manuel, de la que tuvo un hijo (Juan) y dos hijas (Leonor y Mayor). El 30 de septiembre de 1410 otorgó testamento.

Una sola generación había bastado a este linaje para hacerse un hueco en la élite sevillana. El nivel alcanzado por Martin Fernández va a marcar a la familia en los dos siglos siguientes. Sin grandes variaciones, los Cerón, plenamente integrados en la aristocracia, conservarán un recuerdo perenne de su fundador, visible en la imposición de su nombre, Martín, a los primogénitos de cada generación.

Nota. Texto extraído de la obra: Los orígenes sociales de la aristocracia sevillana del siglo XV, por Rafael Sánchez Saus

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